El juez Aguirre insiste en pedir la imputación de Puigdemont por la 'trama rusa' sin indicios

Con la ley de amnistía aprobada y entrada en vigor, el juez de Barcelona Joaquín Aguirre vuelve a intentar lograr la imputación del expresident de la Generalitat y actual líder de Junts, Carles Puigdemont, abriendo una pieza separada del 'caso Volhov', quizás más conocido popularmente como la 'trama rusa del procès', y solicitando la imputación al Tribunal Supremo -Puigdemont está aforado y solo puede ser juzgado en esta instancia del alto tribunal-. Así lo adelantan elDiario.es y El Mundo este viernes.

Se trata de la misma causa que investiga este magistrado que ya ha recibido un serio toque de atención por parte de la Audiencia Provincial de Barcelona, al recientemente revocar la prórroga de las investigaciones ordenadas por este juez el pasado verano, lo que forzaba a Aguirre a tomar una decisión finalista: o carpetazo o seguir adelante con todo y enviarlo a juicio. Parece que el desenlace ha tomado el segundo camino.

Según el auto al que ha tenido acceso EFE, además de a Puigdemont, también se reclama la imputación del expresident Artur Mas, por el presunto delito de alta traición, pero también de malversación -precisamente, lo que una dividida Junta de Fiscales reclama amnistiar también, cuestión a la que se ha sumado hoy la Abogacía del Estado-.

 A estas peticiones se suman también las de la exalto cargo del Govern Elsa Artadi (Junts), la del diputado Francesc Dalmases (Junts) y la del abogado Gonzalo Boye -lleva la defensa de Puigdemont-, entre otras personas. 

Aguirre lo fía todo al supuesto delito de alta traición

Así, la 'trama rusa del procès' recibe un nuevo espaldarazo del juez Aguirre, a pesar de que no ha conseguido obtener nuevos indicios en los últimos tres años. La base jurídica parece que estará definitivamente sustentada en un supuesto delito de traición, uno de los escasos subterfugios que podrían poner contra las cuerdas legales a Puigdemont, a pesar de la ley de amnistía.

Para comprender las claves de este movimiento jurídico, hay que remontarse a los meses en los que estaba en plena negociación la ley de amnistía. En aquel período, los contactos entre Junts y el PSOE para lograr sacar adelante la ley se centraban en dos pilares, salvaguardar dos cuestiones para que la futura norma no fuese tumbada legalmente a posteriori por invadir competencias o rangos. 

Eso incluía determinar qué delitos de terrorismo eran amnistiables -con la línea roja en que no contravengan los artículos 2 y 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos-. Pero también se excluía el delito de alta traición que Aguirre entonces apreció en la causa de la 'trama rusa'.