La AEMET advierte de las bruscas consecuencias de la borrasca Geraldine antes de la entrada del fenómeno más esperado 

El último día del 2023 nos dejó un tiempo estable aunque marcado por la presencia de una nueva borrasca de nombre Geraldine, que golpeó con especial dureza la Bretaña francesa y también al Reino Unido, mientras que en la península dejó algunos cielos nubosos especialmente en la mitad norte, donde se dieron ciertas precipitaciones.

Por el contrario, para este primer día de 2024, y de acuerdo con los pronósticos de la AEMET, el tiempo permanecerá estable en casi todos los puntos del país, aunque se podrán apreciar nubes en distintas zonas de la geografía nacional, y que podrían dejar algunas lluvias a lo largo del día en la costa catalana aunque sin especial intensidad.

Por el contrario, en el resto del país, los cielos permanecerán despejados a excepción de algunos puntos de Badajoz, donde también se podría dar algún episodio de precipitaciones aunque es poco probable.

Eso sí, la nota peligrosa la dejarán una vez más, y como se lleva repitiendo durante las últimas semanas, los vientos, que serán especialmente intensos en la cornisa cantábrica y en el litoral atlántico de Galicia. 

En el Cantábrico se anuncia una alerta naranja por vientos muy importantes, mientras que en el litoral gallego esa alerta irá reduciéndose hasta la amarilla con el paso de las horas. De lo que también informan desde la AEMET es de la bajada de temperaturas que se experimentará en toda la península durante la jornada del lunes de forma generalizada.

Esto se producirá como consecuencia de los efectos de la borrasca Geraldine, que dejará temperaturas mínimas de 3ºC en Girona, a diferencia de los 14ºC que se darán en Pontevedra, donde aumentarán sustancialmente.

A partir del día 2 de enero se esperan que las primeras lluvias del año se dejen notar por distintos puntos de la península aunque se presupone que serán muy localizados.