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La primera multa por exceso de velocidad se puso hace 129 años por ir a 13 km/h

La primera multa por exceso de velocidad se puso hace 129 años por ir a 13 km/h

La multa ascendió a 4,7 libras esterlinas, una suma considerable para la época.

Imagen de archivo de un letrero de advertencia de un radar de control de velocidad.Simon McGill via Getty Images

En la tranquila mañana del 28 de enero de 1896, en el condado de Kent, Reino Unido, se produjo un evento que marcaría un antes y un después en la historia del tráfico. Walter Arnold, un pionero de la automoción, fue sorprendido conduciendo su vehículo a una velocidad que hoy nos parecería irrisoria, pero que en aquel entonces era considerada peligrosa: 13 km/h. Este hecho no solo le valió la primera multa por exceso de velocidad de la historia, sino que también sentó las bases para la regulación del tráfico que conocemos hoy.

La historia de esta primera multa es fascinante no solo por el contexto en el que se produjo, sino también por los detalles del procedimiento y las repercusiones que tuvo. En una época en la que los automóviles eran una novedad y las leyes de tráfico estaban en pañales, este incidente destacó la necesidad de establecer normas claras para garantizar la seguridad en las vías públicas.

El 28 de enero de 1896, Walter Arnold, un fabricante de automóviles, decidió probar uno de sus vehículos en las calles de Paddock Wood, en el condado de Kent. Arnold conducía un Arnold Benz Motor Carriage, un automóvil que él mismo había fabricado bajo licencia de la empresa alemana Benz. En ese momento, el límite de velocidad en áreas urbanas era de 3,2 km/h, una velocidad que hoy en día sería superada incluso por un peatón caminando a paso ligero.

Arnold, sin embargo, decidió llevar su vehículo a una velocidad de 13 km/h, cuadruplicando el límite permitido. Esta velocidad, aunque insignificante para los estándares actuales, fue suficiente para llamar la atención de un policía que patrullaba la zona en bicicleta. El agente, cuyo nombre no ha trascendido, persiguió a Arnold durante varios kilómetros antes de lograr detenerlo y entregarle una multa por exceso de velocidad.

El procedimiento para imponer la multa fue sencillo pero significativo. El policía redactó una infracción en la que se detallaba la velocidad a la que circulaba Arnold y el límite permitido. La multa ascendió a 4,7 libras esterlinas, una suma considerable para la época. Este documento se convirtió en el primer registro oficial de una multa por exceso de velocidad en la historia.

El impacto de este evento fue inmediato. La noticia de la multa se difundió rápidamente y fue recogida por varios periódicos de la época. La reacción del público fue mixta; algunos veían la medida como necesaria para garantizar la seguridad, mientras que otros la consideraban excesiva y un obstáculo para el progreso tecnológico. Sin embargo, lo que quedó claro fue la necesidad de establecer normas de tráfico más precisas y adaptadas a la nueva realidad de los automóviles.

La multa a Arnold no solo fue un hito en la historia del tráfico, sino que también tuvo repercusiones en la industria automotriz. La empresa de Arnold, que hasta entonces había producido una docena de vehículos, vio un aumento en la demanda de sus automóviles. La publicidad generada por el incidente ayudó a consolidar la reputación de la compañía y a impulsar sus ventas.

En cuanto a los trámites a realizar tras recibir la multa, Arnold tuvo que presentarse ante un juez para responder por la infracción. Durante el juicio, se discutieron no solo los detalles del caso, sino también las implicaciones más amplias de la velocidad en los automóviles. El juez, al considerar la novedad del vehículo y la falta de precedentes, decidió imponer una multa moderada y utilizar el caso como ejemplo para futuras regulaciones.

Este incidente también llevó a una revisión de las leyes de tráfico en el Reino Unido. Poco después, se introdujeron nuevas normativas que establecían límites de velocidad más realistas y procedimientos claros para la imposición de multas. Estas regulaciones sentaron las bases para el sistema de tráfico moderno y ayudaron a mejorar la seguridad en las carreteras.