La "venganza" de la generación Z a sus jefes: una nueva tendencia impactará en empresas españolas
Las represalias de los jóvenes trabajadores van desde desvincularse emocionalmente de su trabajo a irse en el momento menos oportuno.
A este fenómeno ya le han puesto nombre: "la revancha". La Generación Z está abandonando el lugar de trabajo, es decir, entre otras cosas, distanciándose de él. ¿Qué es el abandono por venganza? Se habla de los llamados "quiet quitting" (que significaría algo así como irse de forma silenciosa) y "soft quitting" (irse tranquila y suavemente) en el contexto de sucesos discretos, pero potencialmente dañinos para la organización entre empleados jóvenes. Y lo que hacen es ilustrar formas en que los empleados pueden reducir su compromiso en el trabajo al mínimo absoluto.
Según los expertos del sector, estos fenómenos son el resultado del aumento de diversas frustraciones entre los jóvenes empleados de la generación Z. Las razones pueden ser los bajos o, en todo caso, insatisfactorios ingresos, la falta de flexibilidad en cuanto a tiempo y lugar de trabajo, un ambiente tóxico en el equipo o la falta de perspectivas de desarrollo y promoción en las estructuras de la empresa.
Además, a éstos hay que unir otro tercer fenómeno, aparte de los comentados anteriormente. Hasta ahora, las "salidas" se han realizado de forma discreta, es decir, el empleado desaparece "silenciosamente" de la vida de la empresa, aunque formalmente sigue en su puesto.
Según diversos expertos en tendencias laborales, 2025 va ser el año de "la revancha”, es decir, de abandonar la empresa en el pleno sentido de la palabra. La renuncia al trabajo se produce de forma repentina, con el proverbial "arrojar papeles" y, a veces, con algunas palabras amargas dirigidas al jefe.
Los expertos señalan que la “renuncia por venganza” a menudo ocurre en el momento más inconveniente, desde el punto de vista del jefe. Este es otro aspecto que distingue este fenómeno de otros.
La generación Z y los jóvenes millennials, responsables del surgimiento de toda la tendencia, tienen un sistema de valores ligeramente diferente en lo que respecta a su vida profesional en comparación con las generaciones anteriores. Entre sus prioridades se encuentran el equilibrio entre vida laboral y personal, el bienestar mental y físico y, por último, la alineación de los principios éticos que promueve la organización con los suyos propios.
Estas tendencias aparecen, por ejemplo, en una encuesta realizada por expertos de la agencia Randstad sobre las prioridades de los trabajadores modernos plasmada en el denominado Informe Workmonitor 2025.
La renuncia por venganza tiene un impacto inmediato y negativo en el funcionamiento de la empresa. Según los expertos, el empleado elige un momento en el que, por ejemplo, el jefe anuncia el eslogan "todos a tope ahora" porque se acercaría la fecha límite de un proyecto o porque haya que mejorar urgentemente el rendimiento del equipo.
En otros casos, los empleados eligen para su marcha las horas de trabajo en las que hay más lío, por ejemplo, las del mediodía en un restaurante. Es decir, el abandono de la empresa se produce dejando claro a los jefes su espíritu de "renunciar por venganza" con la idea de que el golpe sea lo más doloroso o molesto para la empresa.