Las familias ricas de Milán buscan niñeras: hasta 4.000 euros al mes, saber nadar y 0 dedicación a las tareas domésticas
Refleja una transformación en los estándares de cuidado infantil en las élites milanesas, donde la exigencia y la retribución van de la mano.

En Milán, ser niñera ha dejado de ser un trabajo tradicional para convertirse en una profesión altamente especializada y muy bien remunerada. Las familias más adineradas de la capital lombarda están dispuestas a pagar hasta 4.000 euros mensuales —e incluso más— por perfiles cualificados que se dediquen exclusivamente al cuidado infantil, sin realizar ninguna tarea doméstica.
El fenómeno, que ha ganado notoriedad en los últimos meses, responde a una creciente demanda de niñeras con formación específica, dominio del inglés y habilidades como natación y esquí. “¿Puedes nadar, esquiar? ¿Estás dispuesta a mudarte a Saint Moritz durante dos semanas y a Forte dei Marmi para las vacaciones de verano?”, preguntan algunas madres durante las entrevistas, según relata Anna, una profesional con más de 20 años de experiencia en el sector.
Estas familias buscan perfiles que puedan acompañar a sus hijos en entornos internacionales, que estén disponibles para trabajar en turnos de 24 horas y que garanticen una atención personalizada. El salario base para una niñera interna comienza en 1.800 euros, pero puede escalar rápidamente si se añaden idiomas, disponibilidad para viajar y mayores responsabilidades. Además, los contratos incluyen beneficios como el decimotercer sueldo, indemnización por despido y contribuciones sociales.
“No lavo ni limpio, solo cuido a los niños”, afirma Anna, dejando claro que la figura de la niñera en estos hogares está completamente desvinculada de las tareas domésticas. El objetivo es que los niños estén bien atendidos, duerman temprano, rían y se comuniquen fluidamente en inglés.
Este nuevo perfil profesional refleja una transformación en los estándares de cuidado infantil en las élites milanesas, donde la exigencia y la retribución van de la mano. Para muchas, ser niñera en Milán ya no es solo un trabajo: es una carrera de prestigio.
