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Lío monumental en Francia después de que Brigitte Macron llame "puñeteras gilipollas" a un grupo de feministas

Lío monumental en Francia después de que Brigitte Macron llame "puñeteras gilipollas" a un grupo de feministas

La filtración de un vídeo en los camerinos del Folies Bergère convierte lo que parecía una visita privada de la primera dama francesa al histórico teatro parisino en una tormenta política.

La primera dama francesa, Brigitte Macron, en una imagen reciente.
La primera dama francesa, Brigitte Macron, en una imagen reciente.Gonzalo Fuentes

Un vídeo grabado en las bambalinas del histórico Folies Bergère parisino ha desatado otro incendio político en Francia en el que el matrimonio Macron ha vuelto a ponerse en el ojo del huracán. Pero esta vez no ha sido un bofetón a bordo del avión presidencial, sino que la primera dama francesa, Brigitte Macron, es la única protagonista de un lío monumental que ha convertido una visita privada al espectáculo del humorista Ary Abittan en motivo de conversación en todo el país. La razón: una grabación publicada por la revista Public en la que se escucha a la mujer de Emmanuel Macron llamar "puñeteras gilipollas" a un grupo de feministas que interrumpieron la actuación de Abittan, denunciado por una violación en 2021 en un caso que la justicia galo archivó definitivamente en enero.

El episodio, según cuenta la prensa francesa, se desencadenó la noche del pasado lunes cuando cuatro militantes del grupo feminista #NousToutes interrumpieron la actuación del humorista, gritando consignas contra él, llevando caretas con el rostro de Abittan y la palabra “violador” estampada, bien visible y grande, parando por completo el espectáculo unos instantes. En su protesta, las activistas apelaban a la denuncia presentada en 2021 por una joven que lo acusaba de una presunta violación, un caso que se cerró este mismo año tras tres años de investigación. A pesar del archivo, el regreso del humorista francés  a los escenarios sigue provocando momentos de tensión, con protestas y movilizaciones de grupos feministas a las puertas de los teatros donde actúa.

Con todo ese contexto y en una visita privada, la primera dama francesa, Brigitte Macron, y su hija, Tiphaine Auziére, se presentaron el pasado domingo en el teatro Folies Bergère para saludar antes de la función al humorista. El vídeo que se ha publicado, precisamente, capta ese momento en el camerino, donde Ary Abittan reconoce que tiene miedo de que se produzca un nuevo altercado en su espectáculo, antes de que ella le suelte la frase que ha encendido a medio país. Lo que parecía una conversación privada entre bastidores ha terminado convirtiéndose en un problema político que pone en el foco de nuevo al Elíseo.

La difusión del vídeo tampoco ha ayudado a templar los ánimos. Según la prensa gala, la grabación llegó a varias revistas por un error de la agencia Bestimage, muy cercana a la primera dama. Su responsable estaba de baja por el fallecimiento de un familiar y todo el material se distribuyó sin que nadie revisase el contenido o el sonido, lo que permitió que fragmentos sensibles como este terminara en las manos de los editores de revistas como Public, Paris Match o Closer.

El desliz técnico multiplicó su alcance después de que el colectivo feminista Nous Toutes difundiese el vídeo en sus redes y lanzase una campaña con la etiqueta #salesconnes, lo que facilitó su viralización, en cuestión de minutos, en Instagram o en Bluesky. “Estamos profundamente conmocionadas y escandalizadas. Esa manera de hablar dice mucho de cómo entiende las cosas”, ha afirmado a la prensa francesa una militante que se identifica como Gwen. “Es otro escupitajo contra las víctimas y quienes las acompañan”, añade. A esa ola de indignación se sumaron figuras como la actriz Judith Godrèche, que escribió: “Yo también soy una maldita idiota. Y apoyo al resto”, o la abogada y escritora Camille Kouchner, que compartió el hashtag en redes sociales, igual que hizo la cantante Camélia Jordana, que se fotografió con el mensaje pintado en la frente.

La política tampoco tardó en entrar en escena. La líder ecologista Marine Tondelier tildó las palabras de la primera dama de "gravísimas" y recordó que "no puede expresarse así". Por otra parte, la eurodiputada verde Mélanie Vogel ironizó sobre el caso en otro mensaje al desearle “un muy buen día a todas las malditas idiotas del país”. En La Francia Insumisa, la política Manon Aubry ha denunciado que la “gran causa del mandato” de Macron acabe en un insulto a mujeres que protestan, mientras que su compañera Sarah Legrain subrayó que el archivo de la causa contra el humorista no borra el testimonio de la denunciante.

El socialismo francés también se sumó a la polémica. El expresidente François Hollande advirtió de que, cuando se habla de mujeres que luchan contra la violencia, “las palabras importan”. El jefe del grupo socialista en el Senado, Patrick Kanner, reclamó directamente una rectificación pública de la primera dama. En el Gobierno, en cambio, han tratado de encajar el golpe lo mejor posible: Amélie de Montchalin, la ministra de Cuentas Públicas, reconoció que “ese lenguaje no corresponde al debate público”, aunque dijo comprender el hartazgo que pueden provocar las interrupciones en espectáculos. Al mismo tiempo, la diputada macronista Prisca Thévenot defendió a Brigitte Macron y criticó unas polémicas que, según ella, “se repiten cada vez más”.

El entorno de la primera dama ha asegurado que lo que pretendía con ese comentario era criticar “el método radical” que emplearon la activistas que boicotearon la función y que, en cualquier caso, no pretendía entrar en el fondo del caso contra Abittan. La explicación, sin embargo, no ha evitado que el vídeo siga escalando políticamente y alimentando un debate en el que se mezcla la indignación de los grupos feministas con el desgaste de la presidencia de Emmanuel Macron.

En Francia, pocas cosas viajan tan rápido como una filtración incómoda. Y esta, para desgracia del Elíseo, ha elegido el peor momento para volar.