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Los buscadores de oro se frotan las manos con el río de España que arrastra diminutas pepitas doradas

Los buscadores de oro se frotan las manos con el río de España que arrastra diminutas pepitas doradas

El Campeonato Nacional de Bateo de Oro tiene lugar a finales de julio en la parroquia de Navelgas y ha sido declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional.

Río de Navelgas, en la parroquia perteneciente al concejo de Tineo, en el Principado de Asturias.Getty Images

Asturias es una tierra de innumerables tesoros, pero además de sus paisajes y su belleza natural, su historia también ha estado ligada al oro. Concretamente, gran parte de este mineral se puedo encontrar en Tineo, un pintoresco municipio conocido por su rica historia minera y donde su búsqueda ha resurgido como una emocionante tradición, lo que ha captado la atención de muchos aficionados. 

La mayoría de los yacimientos auríferos de este territorio se encuentran en los cursos fluviales de Navelgas, Yerbo y Bárcena, sobre todo en el primero de ellos. Tanto es así que las vetas de oro ya forman parte de la historia y tradición de este municipio, que es además considerado el segundo concejo más grande del Principado de Asturias. 

Ahora, el bateo de oro es un sistema artesanal de baja rentabilidad, pero que resulta un atractivo turístico sin igual. De hecho, así surgió el Campeonato Nacional de Bateo de Oro, una competición que tiene lugar a finales de julio en la parroquia de Navelgas y que ha sido declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional. 

El evento reúne cada año a más de un centenar de participantes en las inmediaciones de la denominada zona del “Valle del Oro” o “Cuarto de los Valles”, donde pasan los ríos con las mejores condiciones para la búsqueda de pepitas de oro.

El oro que se encuentra en el río de Navelgas es aluvial, lo que significa que proviene de antiguos yacimientos en las montañas y es arrastrado por la corriente hasta depositarse en el lecho del río. A lo largo de los siglos, la erosión ha liberado pequeñas pepitas que quedan atrapadas entre la arena y las piedras, listas para ser descubiertas.

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