Los dueños del único súper de este pueblo de Almería se jubilan y 500 vecinos (y sus neveras) activan un plan urgente
La pérdida del comercio supone un golpe a la vida cotidiana.

La despoblación avanza con fuerza en la provincia de Almería, donde casi 80 de sus 103 municipios figuran ya en riesgo severo, según los últimos datos de la Junta de Andalucía. En muchos de estos pueblos, cada cierre de un comercio, bar o servicio básico supone un nuevo paso hacia el vacío, un golpe directo a la vida cotidiana y a la capacidad de atraer o retener población. Por ello, cada pequeño negocio que resiste se convierte en un pilar esencial para la supervivencia del territorio rural.
En este contexto, un pequeño pueblo almeriense está a punto de quedarse sin un servicio básico importantísimo en el día a día. Los dueños del único supermercado de El Hijate, una pedanía del municipio de Alcóntar, han anunciado su jubilación y, con ella, se abre la puerta a un problema mayor: si nadie toma el relevo, los algo más de 500 vecinos se quedarían sin el establecimiento que, desde hace décadas, les permite comprar de forma cotidiana sin viajar decenas de kilómetros.
Miguel y Antonia, propietarios del que los vecinos conocen como ‘Supermercado Miguel’, han puesto el local en alquiler o traspaso con la esperanza de que alguien se anime a mantener el negocio en funcionamiento. Tras años al frente de la tienda, y del estanco anexo, la pareja busca quien se haga cargo y, como incentivo, ofrecen también la posibilidad de disponer de una vivienda vinculada al local.
La rapidez es clave
"Por mi edad, ya me tenía que haber jubilado. Sería una pena que el pueblo se quedara sin este supermercado", explica Miguel en declaraciones recogidas por La Voz de Almería. Si no se encuentra relevo, los habitantes tendrían que desplazarse hasta Alcóntar para realizar sus compras, ubicado a unos 12 kilómetros, o en el peor de los casos tendrían que conducir más de 20 kilómetros hasta localidades como Baza o Serón para hacer esta misma tarea.
Para los vecinos, el cierre del supermercado sería mucho más que la pérdida de un comercio: supondría un nuevo golpe a la vida cotidiana y una señal preocupante en un territorio que ya padece los efectos de la despoblación. La pérdida de servicios básicos, como tiendas, autobuses o centros de salud, suele acelerar el éxodo y complicar la llegada de nuevos residentes o emprendedores.
El Ayuntamiento de Alcóntar y asociaciones locales de la comarca del Almanzora han mostrado en otras ocasiones su interés por iniciativas que mantengan los servicios en las pedanías; sin embargo, los vecinos y los propietarios del supermercado subrayan que la rapidez es ahora clave: sin relevo inmediato, el coste social de la ausencia del único supermercado en el territorio será palpable en frigoríficos, despensas y en la rutina diaria de más de medio millar de personas.
