Los expertos comparan el futuro de Canarias con el de Dubái
Un profesor de la Universidad de La Laguna confirma que en las islas, en particular en Fuerteventura, "hay tierras raras muy valiosas", pero "no se sabe en qué cantidad".
Jorge Méndez, docente y doctor en Física por la Universidad de La Laguna, ha presentado ante los legisladores canarios un informe que podría redefinir la economía insular y europea en términos de recursos minerales estratégicos conocidos como tierras raras. En concreto, el académico ha arrojado luz sobre el prometedor potencial de las islas, sobre todo de Fuerteventura, como un yacimiento clave para el avance tecnológico global.
De esta forma, según el experto, Canarias podría ser el nuevo Dubái en 10 años, "sus tierras raras ocultas tienen potencial para lograrlo", según ha publicado el medio Canarias En Red. El académico, que también codirige el proyecto Magec-Research, detalló cómo su equipo ha identificado significativas concentraciones de tierras raras en la isla, particularmente en la zona de Pájara, donde se encuentran en cantidades que podrían ser comercialmente viables.
Las tierras raras, a pesar de su denominación, son abundantes en la corteza terrestre pero su extracción y procesamiento presentan diversos desafíos. Estas se refieren a un grupo de 17 elementos químicos indispensables para la fabricación de dispositivos tecnológicos de última generación, desde smartphones hasta turbinas eólicas y vehículos eléctricos, a los que Méndez cariñosamente denominó "las vitaminas de la industria".
La intervención de Méndez ante la comisión parlamentaria de asuntos europeos llega en un momento crítico para Europa y Canarias, que actualmente depende de un 90% de las importaciones de tierras raras de la mina Bayan-Obo en Mongolia.
El predominio de China sobre el mercado de las tierras raras es una preocupación estratégica para la Unión Europea. Por ello, la escasez de yacimientos propios de minerales necesarios para la producción de elementos de alta tecnología es una de las cuestiones que desde la UE se trata ahora de mitigar mediante una nueva regulación.
Méndez ha defendido que una eventual extracción minera debe realizarse “con todas las garantías medioambientales”. Y ha agregado que "si no investigamos nosotros lo van a hacer otros”, ante la cautela mostrada por varios diputados respecto a las consecuencias medioambientales y económicas para el turismo de una eventual explotación minera de estos valiosos recursos.
El grupo de investigación ha confirmado la presencia de tierras raras tanto en el lecho marino como en la superficie de Fuerteventura, especialmente en la zona de Pájara, donde hay “concentraciones significativas” de diez kilos por tonelada de algunos de estos elementos químicos en la carbonatita, un tipo de roca.
El profesor sujetó una pequeña roca de carbonatita en su mano y calculó que podría contener 3 gramos de elementos críticos, con un valor de 150 euros. Así, insistió en que en Canarias hay tierras raras muy valiosas, no se sabe en qué cantidad, y por eso hay que seguir investigando, para lo que se necesita “una financiación estratégica”.
Se refirió en concreto a un grupo específico de tierras raras conocidas como HREE (Tierras Raras Pesadas), fundamentales en tecnologías avanzadas. Citó como advertencia una publicación de un grupo de investigación alemán que ya ha hecho mapas sobre posible presencia de tierras raras de Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera.
Una vez conocida la situación, cualquier proyecto minero de superficie tiene un plazo de desarrollo largo de cinco o diez años, y señaló que en todo caso Europa debe apostar por la minería sostenible y restauradora.
En cuanto a la minería submarina, como la que se necesitaría para explotar recursos en el Monte Tropic, dijo que es “ciencia ficción”, porque la tecnología necesaria no existe ni existirá probablemente antes del siglo XXII.
En cuanto a la aplicación práctica de estos elementos químicos realizada por su proyecto de investigación, destacó las aplicaciones fotónicas para mejorar la eficiencia de las placas solares y la produción de hidrógeno verde a partir de agua de mar.