Los policías ayudan a una joven que se había quedado tirada en la carretera y esta acaba detenida por su 'entrega'
Una patrulla policial descubre 100 gramos de cannabis al auxiliar a una conductora con una rueda pinchada en La Ciotat, Francia. La joven, sin licencia y reincidente, fue detenida.

Las casualidades existen; la justicia poética y la mala fortuna, en este caso del delincuente, también. Ocurrió en Francia hace unos días: lo que parecía una simple asistencia en carretera terminó en una detención por tráfico de droga en La Ciotat, al sureste del país galo. La típica escena de una patrulla policial deteniéndose para ayudar a una joven automovilista que tenía una rueda pinchada. El tono típico de cortesía en una conversación de este tipo dio un giro radical e inesperado cuando los agentes detectaron un fuerte olor a cannabis dentro del coche. Una incidencia mecánica del día a día que acabó destapando una entrega de droga en plena vía pública.
Los policías, según detalló el medio francés La Provence, y del que se hizo eco Midi Libre, descubrieron que la mujer carecía de carnet de conducir, circulaba con un vehículo de alquiler y transportaba 100 gramos de resina de cannabis, además de 85 euros en efectivo, procedentes de una venta anterior. La joven, con antecedentes por delitos similares, fue detenida y permanece bajo custodia policial mientras avanza la investigación.
Un pinchazo en el peor momento y lugar
El suceso tuvo lugar durante un patrullaje ordinario en esta zona costera de La Ciotat. El ofrecer asistencia o parar a ver si hay algún problema con la avería es un procedimiento habitual en Francia, especialmente en tramos donde un vehículo detenido puede suponer un riesgo para el tráfico.
Pero incluso sin el olor a cannabis hubiera hecho saltar las alarmas a los agentes, ya que desde el inicio de la conversación se notaba que la mujer estaba nerviosa y respondía con evasivas ante las preguntas de los agentes. No obstante, con dicho efluvio la normativa francesa permite registrar el interior del coche, ya que es clara prueba de que existen indicios razonables de un delito y son aceptados por los tribunales.
En Francia, el transporte de cannabis con intención de venta puede acarrear hasta 10 años de prisión y multas que superan los 7.500 euros, dependiendo de la cantidad, reincidencia y circunstancias del arresto. Al tratarse de una reincidente y existir indicios claros de actividad de tráfico, es probable que la Fiscalía solicite medidas cautelares más estrictas.
