María Teresa, 80 años, jubilada: "Pago 1.300 euros de alquiler, cobro 840 de pensión, no llego y llevo unos siete años así"
Por las habitaciones cobra entre 350 y 400 euros.

La situación de muchos jubilados resulta crítica. La crisis de la vivienda no solo es un problema social para los jóvenes, sino también para nuestros mayores. Es el caso de María Teresa, tiene 80 años y comparte su piso en Barcelona con estudiantes. A pesar de haber trabajado desde los 17 años, le quedó una pensión de 840 euros, mensualidad con la que asegura que es imposible sobrevivir.
En declaraciones recogidas por el periódico Head Topics, su situación de precariedad económica ha obligado a la catalana a subarrendar las habitaciones de su vivienda a estudiantes. Les cobra entre 350 y 400 euros. Ella misma tiene la esperanza de que su situación se recupere. Lleva siete años así.
"Llevo unos siete años alquilando habitaciones a estudiantes, es el medio de vida que tengo y así voy tirando", relata la afectada. Asegura que "no soy feliz, pero no tengo otra situación". "Pago 1.300 euros de alquiler, cobro 840 euros, es una forma de vivir con la que no estoy conforme, pero es que no puedo más, no llego a fin de mes", reconoce la jubilada.
Sin embargo, hay una situación que le asusta. Dice que ella "es inquilina", "no soy propietaria". "Esto a mí me genera mucha ansiedad, porque no es legal".
Tal y como la anciana cuenta, quedó viuda a los 40 años, con 4 hijos. Tenía 400 euros de pensión para pagar comida y estudios, pero "no daba". En la actualidad, tiene un hijo que vive en fuera de España y de vez en cuando le ayuda con sus finanzas, pero ella dice ser una persona económicamente independiente: "No puedo depender de él".
Sobre por qué le quedó una pensión de 840 euros, explicó que "yo he trabajado toda la vida, pero en la época que yo trabajaba y era joven no te aseguraban, yo cotizados, tengo 11 años nada más y los demás años he trabajado sin cotizar". Este es un problema al que se enfrentan muchos pensionistas.
De este modo, aunque asegura que su estilo de vida "no es el ideal", dice que no se lleva mal con sus inquilinos. "Me llevo muy bien, pero bueno, solo admito estudiantes, chicas universitarias, nada más, no admito a gente desconocida que venga a vivir a mi casa y tal". Además, confiesa que son "educadas" y "estudiosas". Gracias a esto, puede pagar los 1.300 euros de alquiler.
