Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Muchos hoteles tienen el aire acondicionado a temperatura baja por una estrategia muy calculada

Muchos hoteles tienen el aire acondicionado a temperatura baja por una estrategia muy calculada

El frío reduce eficazmente los niveles de humedad, a la vez que previene problemas de salud y prolonga la vida útil de los equipos y muebles.

Una habitación de hotel con amplios ventanales.Getty Images

Cuando cada vez que entras en tu habitación del hotel, te encuentras que hace un frío helador en ella y te echas las manos a la cabeza debes saber que detrás de esta decisión de los establecimientos hay varios motivos, pero que no tienen nada que ver con un desperdicio de energía que seguro que has pensado alguna vez. 

En primer lugar, es una estrategia cuidadosamente calculada para garantizar la mejor experiencia posible para el huésped y mantener la calidad de las instalaciones. Y una de las principales razones para lograrlo tiene que ver con el control de los niveles de humedad.  En climas cálidos y húmedos, la humedad alta es un entorno ideal para el crecimiento de moho y bacterias. Por lo tanto, mantener la habitación fresca reduce eficazmente los niveles de humedad, a la vez que previene problemas de salud y prolonga la vida útil de los equipos y muebles.

Además, un espacio fresco y confortable crea una sensación de confort en todo el edificio, desde que entras por la puerta, lo que resulta muy atractivo para atraer clientes en meses de tanto calor. Y ajustar la temperatura baja inicialmente ayuda a enfriar la habitación más rápido y permite a los huéspedes ajustar fácilmente la temperatura según sus necesidades.

También tiene que ver con los propios sistemas de aire acondicionado destinados a los hoteles y edificios similares, que  están diseñados para funcionar con potencia, enfriar rápidamente y mantener temperaturas constantes durante largos periodos. El flujo de aire de estas unidades suele ser más intenso que el de las unidades residenciales, ya que están diseñadas con la potencia adicional necesaria para enfriar rápidamente espacios pequeños, como las habitaciones de hotel.

Además, las habitaciones de hotel suelen diseñarse pensando en la eficiencia de refrigeración, con menos ventanas, cortinas más gruesas, mejor aislamiento y menos fugas de aire. Estos factores facilitan y prolongan la conservación de bajas temperaturas, algo que muchos apartamentos o casas tienen dificultades para conseguir.

Aunque mantener la temperatura baja pueda parecer un desperdicio de energía, los hoteles modernos utilizan tecnología de aire acondicionado inteligente y sensores de movimiento, como el HVAC. Así, cuando una habitación está desocupada, el sistema ajusta automáticamente la temperatura a un nivel más eficiente energéticamente, bajándola solo cuando detecta que un huésped regresa. Esto ahorra dinero y mantiene un agradable equilibrio de frescura en la habitación.

Según los expertos en estos aires acondicionados, los huéspedes de hotel suelen mantener el aire acondicionado a una temperatura mucho más baja que en casa porque no tienen que pagar la electricidad. Por eso, muchas personas mantienen sus termostatos cerca de cero grados, una experiencia que quizá nunca experimenten en sus propios hogares.

Estos especialistas revelan también que, en realidad, el panel de control de temperatura es simplemente un detalle ceremonial obligatorio. Porque el personal del hotel es el que decide qué temperatura es constante y adecuada para la mayoría de los huéspedes y los técnicos ajustan y controlan la temperatura real para garantizar que sea adecuada para la mayoría de los huéspedes, lo que limita el uso indebido o los ajustes excesivos.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

Cómo contactar conmigo: