Ni en la ciudad ni en el gimnasio: un nuevo estudio declara que este es el mejor lugar para hacer ejercicio
"Es superior a los otros dos entornos en varios aspectos".

Nuestra rutina suele estar marcada por las prisas, las pantallas, el tráfico y los espacios cerrados. Es en medio de este caos cuando la naturaleza surge como un refugio capaz de ofrecernos más de lo que imaginamos. Caminar entre árboles o junto al mar no solo relaja, también mejora la salud física y mental.
Un reciente estudio ha revelado que una caminata rápida de una hora en un entorno natural puede reducir significativamente los niveles de estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la motivación para mantenerse activo.
El experimento, realizado de forma conjunta por la Universidad de Copenhague y la Universidad de Verona, se basó en comparar los efectos del ejercicio en tres entornos distintos: naturaleza, ciudad y gimnasio. Los protagonistas fueron 25 jóvenes que caminaron al mismo ritmo en un bosque o parque, en la ciudad y un espacio interior. Tras cada sesión, se evaluaron sus niveles de estrés, estado de ánimo y esfuerzo físico.
Los resultados reflejaron que "los participantes se sintieron significativamente más relajados y presentaron niveles más bajos de cortisol, la hormona del estrés, después de caminar por la naturaleza. Al mismo tiempo, reportaron mayor alegría y menos fatiga", explica en un comunicado Stefano De Dominicis, profesor asociado del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deporte de la Universidad de Copenhague.
La naturaleza, un entorno superior
No sorprende que los espacios verdes tengan beneficios para la salud, pero este estudio se distingue por combinar mediciones fisiológicas con las experiencias personales de los particiapntes. Los investigadores ovservaron que la naturaleza ofrece ventajas claras frente a los entornos urbanos e interiores. "Nuestro estudio demuestra que la naturaleza es superior a los otros dos entornos en varios aspectos", subraya De Dominicis.
Los jóvenes calificaron la caminata por la naturaleza como la experiencia más revitalizante, asociándola a emociones positivas como alegría, satisfacción y optimismo. Por el contrario, en el gimnasio o la ciudad aparecieron más emociones negativas, como ansiedad, irritación y aburrimiento. Los humanos nacimos en la naturaleza y hemos vivido la mayor parte de nuestra evolución en ella. Por lo tanto, no es de extrañar que nos sintamos bien cuando estamos en ella", señala el investigador.
Más allá de los beneficios inmediatos, la naturaleza también influyó en la motivación de los participantes. Los investigadores detectaron un deseo notablemente mayor de repetir la actividad en entornos verdes.
"Las cifras muestran que la naturaleza no solo da un impulso a corto plazo al estado de ánimo, sino que también reduce los sentimientos negativos y aumenta la motivación para seguir siendo físicamente activo", detalla De Dominicis.
En términos fisiológicos, el cuerpo también respondió mejor a la caminata al aire libre. La frecuencia cardíaca se redujo más rápidamente tras un paseo en la naturaleza, y la variabilidad de la frecuencia cardíaca, indicador de la activación del sistema nervioso parasimpático, que promueve la calma y la recuperación, fue entre un 20% y un 30% mayor en comparación con la caminata en interiores.
