Piden cuatro platos, vino y un aperitivo, les llega una factura muy amarga y la acusación de fraude activa una escalada de reacciones y respuestas
En total, la gracia les ha salido por 923 euros.

Lo que debía ser una tranquila comida junto al mar terminó convirtiéndose en una historia viral debido a un "pequeño" despiste. Cuatro turistas que almorzaron en el restaurante Rifugio dei Naviganti, en la isla italiana de Ponza, se llevaron una enorme sorpresa al recibir la cuenta: 923 euros por un menú compuesto por pasta con langosta, un aperitivo, agua y vino, tal y como recogen desde la prensa local.
Los visitantes, indignados por el importe, compartieron la factura en redes sociales y acusaron al establecimiento de fraude. En poco tiempo, las imágenes del ticket se difundieron por todo internet, provocando un aluvión de comentarios y críticas hacia el restaurante, al que muchos usuarios acusaron de aprovecharse de los turistas.
El propietario del local, Mario Coppa, no tardó en salir en defensa de su negocio. Asegura que el precio está plenamente justificado y que los clientes sabían exactamente lo que estaban pidiendo. Según explicó, la langosta utilizada tiene un coste de 230 euros por kilo y cada ejemplar, presentado vivo ante los comensales con su etiqueta de peso y precio, pesaba alrededor de 825 gramos.
El caso ha suscitado el debate sobre los precios en la hostelería italiana. Mientras muchos propietarios aseguran estar pasando por momentos difíciles debido a la caída de la clientela y el aumento de los costes, algunos consumidores han denunciado las prácticas abusivas y tarifas exageradas que dañan la imagen del sector.
Aunque la polémica ha generado un gran revuelo en las redes sociales, los turistas no presentaron ninguna denuncia formal ante las autoridades locales. Aun así, el episodio ha servido de advertencia para muchos viajeros: en algunos restaurantes, pedir un plato de langosta puede acabar costando más de lo esperado.
