Prácticamente todos los hogares españoles tienen esta araña oculta: ningún método garantiza su desaparición definitiva
Un rasgo muy característico es su comportamiento defensivo.
Pocas criaturas despiertan tanto rechazo como las arañas. Su aspecto, sus patas finas y alargadas o las telarañas que acumulan polvo en los rincones bastan para que muchos sientan una mezcla de miedo y asco. Sin embargo, según el medio alemán Chip, casi todas las casas en Alemania —(y también en buena parte de Europa, incluida España) tienen una araña de bodega como inquilina silenciosa.
Una vecina habitual y muy útil
Las arañas de bodega (Pholcus phalangioides), conocidas también como “arañas patilargas” o “arañas temblonas”, son delgadas, de color marrón claro, con un cuerpo pequeño y patas larguísimas. Prefieren los lugares tranquilos y cálidos del interior, como sótanos, garajes, trasteros o rincones de techos altos. Son muy comunes en toda la península ibérica, especialmente en zonas urbanas, donde encuentran refugio en viviendas y edificios antiguos.
La buena noticia, según la Unión Alemana para la Conservación de la Naturaleza (NABU) y diversos entomólogos europeos, es que estas arañas son totalmente inofensivas para las personas. De hecho, son beneficiosas: se alimentan de insectos molestos como moscas, mosquitos o polillas, contribuyendo a mantener el equilibrio natural dentro del hogar.
Un rasgo muy característico es su comportamiento defensivo. Cuando se sienten amenazadas, empiezan a temblar con fuerza en su telaraña, difuminando su silueta para confundir a los depredadores o a quien intente atraparlas. Este “baile” les ha valido el apodo popular de arañas temblonas.
A menudo se las confunde con los opiliones (los llamados “segadores” o “patilargos”), pero no son lo mismo: los opiliones no tejen telarañas ni poseen glándulas venenosas, y suelen vivir al aire libre.
Cómo retirarlas sin hacerles daño
Aunque sean inofensivas, no todo el mundo quiere convivir con ellas. El método más sencillo y respetuoso para retirarlas consiste en colocar un vaso o cuenco sobre la araña, deslizar una cartulina por debajo y soltarla en el exterior. También existen atrapainsectos mecánicos, que permiten capturarlas sin tocarlas.
Después, conviene limpiar las telarañas para evitar que vuelvan al mismo rincón. Los expertos desaconsejan los aerosoles insecticidas: además de ser innecesarios, liberan compuestos tóxicos peligrosos para la salud. Tampoco es recomendable aspirarlas, ya que podrían sobrevivir dentro del aspirador y generar malos olores.
Siempre vuelven
Ningún método garantiza su desaparición definitiva. Con la ventilación de las viviendas o a través de pequeñas rendijas, nuevas arañas pueden volver a entrar. Instalar mosquiteras en las ventanas o sellar huecos reduce su presencia, aunque es casi imposible evitarla por completo.
En realidad, la araña de bodega es una aliada discreta y eficaz contra otros insectos menos deseables. Así que, si descubres una en casa, quizá lo mejor sea dejarla tranquila: está haciendo su parte para mantener el hogar libre de moscas y mosquitos.