Las tres vidas que se llevó el alud de Panticosa: Jorge García-Dihinx, Natalia Román y Eneko Arrastua
Pediatra y divulgador meteorológico, corredora de ultratrail de élite y montañero muy conocido en Irún: tres trayectorias ligadas al Pirineo que la avalancha del pico Tablato truncó este lunes
La montaña no solo se ha llevado tres vidas en Panticosa. El alud registrado este lunes en la cara oeste del pico Tablato se ha llevado también tres trayectorias muy reconocibles para cualquiera que frecuentara los Pirineos, ya fuera con esquís, con zapatillas de trail o con el parte meteorológico aprendido antes de salir de casa: las de Jorge García-Dihinx, su pareja Natalia Román y Eneko Arrastua, nombres propios que están muy presentes en la cultura montañera del norte.
Jorge García-Dihinx tenía 55 años, ejercía como pediatra en el Hospital San Jorge de Huesca y se había convertido en una de esas referencias a las que muchos miraban antes de decidir si salir o no a la montaña. Su portal La Meteo que viene funcionaba como un termómetro fiable para montañeros y esquiadores de travesía, más atento a explicar que a alarmar. Hablaba del tiempo, del manto nivoso y del riesgo con una mezcla de rigor y didáctica poco común, la misma con la que abordaba cuestiones de salud y alimentación.
Su relación con el Pirineo no se limitaba a las pantallas o a la divulgación digital. Formaba parte del club Peña Guara y llegó a impulsar algunos proyectos editoriales, como fue la colección Rutas con esquís. En Pirineo aragonés, publicada por Prames, creó una obra de consulta habitual para aquellas personas que practican esquí de montaña en Aragón. En las redes sociales mantenía una comunidad fiel a la que trasladaba una forma de entender el deporte y la vida activa, sin épica impostada ni discursos grandilocuentes.
A su lado estaba Natalia Román, de 36 años, zaragozana residente en Suiza y deportista de alto rendimiento en pruebas de larga distancia en montaña. En el mundo del ultratrail su nombre resultaba bien conocido. Había firmado actuaciones destacadas en algunas de las carreras más exigentes del calendario, como el Gran Trail Trangoworld Aneto-Posets, donde logró imponerse en la categoría femenina en varias ediciones y cruzar la meta de Benasque en primera posición, consolidándose como una de las corredoras más sólidas.
Román también compartía su experiencia en el blog Permanent Movement, un espacio en el que hablaba de esquí, de montaña y de vida activa, pero también de la convivencia con la diabetes tipo 1. Tanto ella como García-Dihinx abordaban esta condición con total naturalidad y verdadera vocación divulgativa, integrándola sin dramatismo en su relato deportivo y cotidiano.
El tercer fallecido, Eneko Arrastua, tenía 48 años y era vecino de Irún. Muy aficionado al esquí y a correr por el monte, formaba parte del grupo Kbrnzs, antes conocidos como los Mugalaris de Irún, un colectivo muy popular en la localidad guipuzcoana. Para quienes compartían salidas con él, encarnaba ese perfil constante y discreto que siempre está ahí, sumando kilómetros y presencia sin necesidad de focos.
Los tres integraban un grupo de seis personas que practicaban esquí de travesía cuando se produjo la rotura de una placa de nieve que desencadenó la avalancha en Panticosa. Dos de los montañeros resultaron ilesos y una mujer de 29 años, que sufre hipotermia leve tras el arrastre y fue evacuada en helicóptero al Hospital San Jorge de Huesca. Todos contaban con amplia experiencia en deportes de montaña.
Las autoridades insistieron en un mensaje que sobrevuela siempre este tipo de sucesos y que, aun así, nunca termina de calar del todo: el riesgo cero no existe. El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, lo expresó con una frase que resume bien el impacto del golpe: “Eran expertos montañeros, que vivían por y para el Pirineo”.