Reina, mujer viviendo en un trastero en Mallorca: "Pago 350 euros al mes. Por la necesidad he tenido que venir aquí
Palma es la segunda capital con el coste de la vida más alto de España.
La crisis de la vivienda en Mallorca continúa dejando escenas cada vez más extremas. Reina, una mujer que reside en Palma, se ha visto obligada a vivir en un trastero de apenas unos metros cuadrados, por el que paga 350 euros al mes.
Su historia, recogida en un vídeo publicado en YouTube por el canal @DiegoRevueltaTV, revela la cara más cruda del mercado inmobiliario en la isla. “Por necesidad he tenido que venir aquí”, confiesa Reina.
En el vídeo se muestra el pequeño espacio donde duerme, cocina y guarda todas sus pertenencias. La habitación, que carece de luz natural, ventilación adecuada y condiciones mínimas de habitabilidad, no está legalmente destinada a ser un hogar. Sin embargo, como ella, cada vez más personas se ven obligadas a recurrir a estas infraviviendas.
Trasteros de 5 m² por hasta 700 euros
El caso de Reina no es aislado. En Palma existe un auténtico submundo de alquileres ilegales, donde trasteros de 5 metros cuadrados se alquilan por cantidades que pueden alcanzar los 700 euros al mes. Son espacios concebidos originalmente para almacenar objetos, no para vivir, pero que han sido reconvertidos de forma clandestina en dormitorios improvisados.
La situación afecta sobre todo a jóvenes sin recursos, inmigrantes, trabajadores temporales y familias vulnerables, que no pueden acceder a un piso convencional. Con más de un tercio de los alquileres en España superando los 1.500 euros mensuales, según Europa Press, muchos no tienen alternativa.
Una problemática sin freno
El vídeo muestra cómo estos trasteros funcionan como auténticas “cámaras”, sin ventanas, con cables colgando y sin aislamiento. Las instalaciones eléctricas, en muchos casos, son precarias y suponen un riesgo para sus ocupantes. El propio Diego Revuelta le pregunta si vivía mejor en Cuba y Reina confiesa que "en cierta manera en casa (Cuba) sí". Reina reconoce que, aunque el lugar es indigno, no puede permitirse nada mejor.
En la isla, la combinación de turistificación, escasez de vivienda disponible y salarios que no se corresponden con el elevado coste de vida ha generado el escenario perfecto para que aumenten los abusos en el mercado residencial.
Mallorca, y especialmente su capital, Palma, ocupa desde hace años los primeros puestos de ciudades más caras de España para alquilar. De hecho, según un medio local, Palma es la segunda capital con el coste de la vida más alto de España. Mientras el número de pisos destinados al alquiler turístico aumenta, el alquiler residencial se encarece hasta niveles inasumibles para buena parte de la población.