Renfe tendrá que indemnizar a los pasajeros de alta velocidad y larga distancia si hay retrasos de al menos 15 minutos
Una enmienda del PP a la Ley de Movilidad Sostenible obliga a la compañía pública a dejar atrás su actual sistema de compensaciones, que había recibido numerosas críticas.

Los retrasos pueden volver a costarle muy caros a Renfe. El Congreso ha aprobado este jueves una enmienda del PP al proyecto de Ley de Movilidad Sostenible que obliga a la compañía ferroviaria a recuperar sus antiguos criterios de puntualidad e indemnizaciones tras las críticas al actual sistema.
Esto supone, traducido al lenguaje de los pasajeros, que se retoman las indemnizaciones por retrasos de a partir de 15 minutos en la alta velocidad y larga distancia. Así, el texto recién avalado por la Cámara Baja sentencia la obligatoriedad para Renfe de compensar con el 50% del billete en retrasos de mínimo 15 minutos y con el reimporte del 100% del precio cuando la tardanza sea de al menos 30 minutos.
La medida tendrá efecto el 1 de enero de 2026, año y medio después de un cambio de política que generó fuertes críticas entre los pasajeros. Desde julio de 2024, Renfe suavizó sus criterios de puntualidad, limitándose a devolver el importe íntegro de sus trenes AVE, Avlo, Alvia, Euromed e Intercity si el retraso superaba los 90 minutos. Más del triple que el modelo vigente hasta entonces y que se retomará para el próximo año.
Las indemnizaciones en los citados servicios se limitaban al 50% en aquellos viajes que se retrasaban más de 60 minutos, frente a los 15 que marca la enmienda aprobada.
Solo en 2023, último año completo con el sistema antiguo, Renfe tuvo que abonar indemnizaciones por valor de 42 millones. Según cálculos de EFE, con el modelo aplicado en la segunda mitad de 2024, la suma se hubiera limitado a 12'5 millones..
Para la compañía pública, una mala noticia que les obligará a "evaluar" la fórmula jurídica para aplicar las compensaciones vigentes hoy. Desde Renfe alegan que las actuales son las más ventajosas para los usuarios y que volver a las antiguas dejaría a la entidad en inferioridad de condiciones respecto a sus competidores privados.
Desde Renfe, recoge EFE, diversas fuentes transmiten que la enmienda solamente busca castigarles, favoreciendo a las privadas Ouigo e Iryo. "Quiere penalizar a la empresa pública que ofrece servicio fundamental a millones de personas y que es fundamental para la vertebración de España", sostienen.
