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Se ve obligado a vender su querido y rarísimo coche para pagar su casa y 30 años después hay un giro conmovedor

Se ve obligado a vender su querido y rarísimo coche para pagar su casa y 30 años después hay un giro conmovedor

La comunidad automovilística se ha unido y ha mostrado su fuerza.

Vehículos Dodge clásicos.Ken R Morris Jr

Hace 30 años, Gilles Leduc tuvo que tomar una de las decisiones más complicadas de su vida: vender su preciado Dodge Charger 1972, uno de los pocos modelos exclusivos fabricados en Canadá, para poder comprar una casa.

El Dodge Charger de Gilles no era un coche cualquiera, ya que se trataba de uno de los 26 fabricados en Canadá, con una transmisión Magnum 440 de 4 velocidades, un verdadero tesoro para los amantes de los autos clásicos. Por eso, al tener de deshacerse de él, sintió como si estuviera perdiendo "un pedazo de su alma".

Pero la vida da muchas vueltas y, tres décadas después, Max Moskal, creador del canal de YouTube Subdivision Auto, se propuso encontrar el Dodge Charger perdido, informa Supercar Blondie. Y lo logró, pero con el hándicap de que el valor actual del vehículo era tan alto que recuperarlo estaba fuera del alcance de Gilles.

A raíz de esto, la comunidad automovilística canadiense se unió para ayudar. Desde el norte de Ontario, alguien contactó a Max para informarle sobre otro vehículo especial: un Dodge Coronet 500 que permanecía en un garaje esperando a ser descubierto. Su propietario, Dan, había pasado la última década restaurando ese coche, pese a haber sufrido una enfermedad respiratoria el último año.

El Coronet 500, en condiciones excepcionales y con su motor original de 383 pulgadas cúbicas, fue la sorpresa para Gilles cuando viajó hasta Ontario. No pudo contener su emoción al verlo, pues era todo lo que había soñado.

En cambio, surgió otro problema: el precio, de 24.000 dólares canadienses, también parecía inalcanzable para Gilles. Pero Dan no cerró la puerta. "Tal vez no", dijo esperanzado, dejando abierta la posibilidad de que Gilles recupere su motor Mopar y cierre así un capítulo que parecía imposible de reescribir.

Esta conmovedora historia refleja la fuerza de la sociedad, en este caso de la comunidad automovilística, un grupo unido que va más allá de los autos para crear verdaderos lazos de solidaridad y pasión compartida.

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