Todo lo que puedes hacer para ayudar a los que más lo necesitan en Navidad: iniciativas solidarias
Existen diversas formas de ayudar en estas fechas tan especiales: desde la donación de juguetes hasta el acompañamiento, pasando por el reparto de comida. Y todas ellas están a nuestro alcance.
Lo que para algunos es la mejor época del año, para otros puede servir como un recordatorio de la situación de vulnerabilidad que afrontan. No todo el mundo vive la Navidad de la misma manera. Hay quienes pasan estas fechas en soledad o tras la pérdida de alguien cercano; quienes las pasan en prisión, o con un familiar entre rejas; los que están en un hospital—incluidos menores y mayores— luchando contra una enfermedad. También los niños que viven en centros de acogida, los ancianos que no tienen con quién sentarse a la mesa o aquellos que duermen en la calle.
A todo ello se suman los problemas de salud mental, la pobreza, la falta de recursos básicos o las familias que no pueden permitirse regalos —y ni siquiera un plato de comida— para sus hijos. Estos son solo algunos ejemplos. Y hay una infinita combinación de casuísticas más.
Afortunadamente, cada vez hay mayor concienciación. Y con ella nacen más formas de ayudar. Desde las donaciones de ropa, dinero y comida, hasta los voluntariados; pasando por el acompañamiento. Iniciativas como Ningún Niño Sin Sonrisa, Nadie Sin Cenar o Nadie Solo, entre muchas otras, surgen precisamente por este motivo: para intentar que estas fechas sean un poco más llevaderas para quienes más lo necesitan. En el 'HuffPost' hemos hablado con algunas de estas organizaciones, quienes nos han explicado en detalle cómo es su labor y qué podemos hacer para ayudar a los demás.
1. Donación de juguetes para familias vulnerables
La asociación sin ánimo de lucro 'Ningún Niño Sin Sonrisa' trabaja durante todo el año recogiendo juguetes nuevos y de segunda mano con la intención de que ningún niño se quede sin regalos en Reyes por falta de recursos. La campaña de Navidad consiste en recoger juguetes a lo largo de todo el año para repartirlos después a niños de familias "en riesgo de exclusión social", explican al 'HuffPost' desde la entidad. Una ayuda que culmina cada 4 de enero por la tarde con lo que llaman la Fiesta de la Ilusión, momento en el que los más pequeños reciben sus regalos y olvidarse por unos instantes de algunos problemas que les rodean.
La asociación centra su labor en niños y niñas de entre 0 y 12 años pertenecientes a familias vulnerables. Este año, esperan atender directamente a unos 900 menores el día de la entrega y llegar de forma indirecta a otros 800 más gracias a la colaboración con distintas entidades sociales. "Muchas familias llegan a nosotros porque ya nos conocen de otros años, porque les informan los servicios sociales o Cáritas, o simplemente por redes sociales y conocidos", señalan.
Para hacerlo posible, Ningún Niño Sin Sonrisa cuenta con la ayuda de voluntarios que, entre el 20 de diciembre y el 4 de enero, se encargan de preparar y organizar los regalos. "Para ser voluntario solo hacen falta ganas de ayudar y de ver felices a los más pequeños", destacan, aunque recuerdan que es necesario cumplimentar la ficha de voluntariado y aportar el certificado negativo de delitos sexuales.
Tras 17 años de trayectoria, la asociación ha tenido que enfrentarse a retos importantes. Uno de los más duros fue mantener la entrega de regalos durante la pandemia, pero hoy el principal desafío es otro: la financiación. "El reto ahora es económico, poder asumir gastos básicos como el alquiler, la luz o el agua", explican, al tiempo que animan a colaborar a través de donaciones por Bizum (código 01286) o haciéndose socios. Finalmente, desde la asociación han querido lanzar un mensaje, afirmando que "la Navidad es el mejor momento para devolver a la sociedad algo de lo que nos ha dado, y hacerlo a través de las sonrisas de los niños es lo más bonito que puede hacerse".
2. Donación de comida
Además de no poder comprar juguetes o regalos, la escasez de alimentos por falta de recursos económicos también es un obstáculo para muchas familias, que durante todo el año tienen que recurrir a bancos de alimentos para poder subsistir. En total, la Federación Española de Bancos de Alimentos cuenta con más de cincuenta entidades, que ayudan a más de un millón de personas que lo necesitan. Por lo general, la campaña principal de recogida de alimentos suele hacerse en el mes de noviembre, pero existen otras formas con las que se pueden ayudar. Una de ellas es siendo voluntario, colaborando en la logística del almacén, en clasificación de la comida o incluso en el reparto de esta.
Otra iniciativa en este sentido es la que propone Nadie Sin Cenar— la cual reparte comida durante estas fechas a las personas sin hogar— con quien también ha podido conversar con el 'HuffPost''. "En la campaña de este año se reparten por todo Madrid 500 cenas", afirman, mientras explican que "se realiza en unos locales y se termina en la catedral de la Almudena". Los requisitos para ayudar a estas personas sin techo son "querer ayudar" y "ser generoso". En total, esta asociación, que lleva doce años funcionando, ha conseguido organizar 5.600 cenas. Una misión que no ha sido nada fácil, tal y como cuentan. "El mayor desafío es no poder atender a más personas", lamentan. Respecto a qué le dirían a alguien que nunca ha participado en iniciativas sociales en Navidad, Nadie Sin Cenar lo tiene claro: "Que pruebe el ser solidario y no lo olvidará jamás".
3. El acompañamiento: a los que están solos, a los presos...
El acompañamiento también resulta clave durante las fiestas navideñas, especialmente a quienes están solos o más lo necesitan. Uno de estos grupos son las personas mayores. Para ello nacen iniciativas como 'Adopta un abuelo' o campañas como las de ACESCAM (Asociación de Castilla-La Mancha de Residencias y Servicios de Atención a los Mayores) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que llevan ya catorce ediciones impulsando el programa 'Navidad en compañía. Ningún mayor solo'.
Otro colectivo vulnerable son los presos, así como sus familiares. Para ayudarles durante estas fechas existen diversas iniciativas, la gran mayoría organizadas por asociaciones religiosas, como es el caso de los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria de Vitoria-Gasteiz, los cuales repartirán más de 1.000 lotes de Navidad a los presos de Zaballa, en los que se incluyen bolígrafos, turrón o incluso bufandas. También les acompañarán a través de nueve salidas terapéuticas.
Iniciativas similares son la campaña 'Minutos de Esperanza en Navidad', a través de la cual se busca facilitar a los presos la posibilidad de poder comunicarse con sus seres queridos; la campaña de recogida de ropa, calzado y otros productos que organizan la Pastoral Penitenciaria y la Diócesis de San Sebastián; o la campaña de la Diócesis de Coria-Cáceres, llamada 'Tu donativo es su alegría', la cual se centra en la recogida de juguetes para los hijos de las personas reclusas del Centro Penitenciario de Cáceres.
4. Los que están en hospitales
Junto a los presos, las personas mayores o los pobres, también se encuentran aquellos que se encuentran luchando contra una enfermedad en un hospital. Asociaciones como Juegaterapia, Menudos Corazones, la Fundación Aldina o el programa NadieSolo trabajan para mejorarles la situación, a través de iniciativas tanto de acompañamiento como de apoyo emocional o lúdico. Además de estas asociaciones, los propios hospitales también fomentan actividades e iniciativas para mejorar el bienestar de sus pacientes durante estas fechas.
Un ejemplo de ello es el del Hospital público de La Princesa, el cual realizó este año un programa solidario con música, talleres, teatro y actividades en los que también participaron los propios profesionales y los familiares de los enfermos; o el del Hospital público Gregorio Marañón, el cual celebró la Navidad junto a profesionales, voluntarios y asociaciones organizando un calendario de actividades para todos los públicos y repartiendo tarjetas de felicitación realizadas por alumnos de colegios e institutos y asociaciones de pacientes.
También hay voluntarios como los bomberos de la Comunidad de Madrid, los cuales visitaron un total de 19 centros hospitalarios para hacer la estancia de los niños hospitalizados más llevadera a través de la compañía y la entrega de regalos, entre ellos el Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares), el Gregorio Marañón (Madrid) o el Hospital Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes).
5. Comedores sociales
Otra forma de ayudar es a través de los comedores sociales que organizan cenas de Navidad para personas sin recursos. Asociaciones como 'Nadie Sin Cenar', 'Te invito a Cenar' o 'Manos de Ayuda Social' se dedican a ello. También desde los ayuntamientos e instituciones públicas se ofrecen varios puntos de acceso público, como es el caso de la Red Abierta de Comedores Sociales, que "garantiza a las personas usuarias un servicio de manutención completa todos los días del año", tal y como recogen desde la Comunidad de Madrid, donde explican que por lo general la comida principal se realiza en el comedor social asignado.
En el momento en el que acuden al comedor social para dicha comida también se les hace entrega del resto de alimentos para la cena y para el desayuno del día siguiente, así como la del fin de semana y la de los festivos, según la comida que haya disponible en cada comedor. Cabe destacar que estos centros suelen contar con una trabajadora social que además de gestionar las plazas de los comedores, también ayuda a los usuarios, ofreciéndoles atención individualizada.
6. Otras iniciativas a nuestro alcance
Además de recurrir a estos programas e iniciativas, también podemos realizar actuar en nuestro día a día con pequeños gestos. Como pueden ser acompañar a las personas que están solas (si quieren, claro) o que lo están pasando mal, bajarle algo de comer o de abrigo a las personas que duermen en la calle (o lo que necesiten), o simplemente realizar una buena acción. Tanto en estas fechas, como el resto del año. Porque la Navidad también es sinónimo de ayudar. Y no hay mayor regalo en esta vida que hacer felices a los que no están pasando por una buena situación. Más aún si está en nuestra mano. Porque como decía Homero, "la caridad, que es una nimiedad para nosotros, puede ser valiosa para los demás."