Un joven rastrea su altavoz robado con el GPS y tropieza con un complot más grande de lo que había imaginado
Decenas de artilugios desaparecieron después de un festival de música en Dinamarca.

Los Airtags son imprescindibles para la protección de los dispositivos tecnológicos. Estos objetos rastreadores han contribuido a que varios participantes de un festival danés reúnan sus altavoces Soundboks robados.
Según publica el medio danés Kosmopol, la policía de ese país investiga el caso, después de que decenas de estos artilugios desaparecieran después de la calebración.
El inicio de la trama se produce cuando, después del festival, un hombre de 22 años se percató de que sus altavoces habían sido robados. Gracias al Airtag pudo comprobar que se encontraba a 50 kilómetros del lugar, por lo que decidió viajar en su búsqueda. En la dirección, se encontró a entre 30 y 40 personas de Rumanía. De acuerdo a la información difundida, una patrulla de policía llego al lugar y pudo encontrar hasta seis dispositivos de sonido.
Días más tarde, un hombre de 26 años pudo rastrear su dispositivo robado y junto a la policía se presentó en aquella dirección. "Cuando se abrió la puerta, el joven de 26 años reprodujo un sonido en el AirTag, y el sonido se pudo escuchar en el apartamento", relata la publicación.
Finalmente un joven de 16 años fue acusado de robo, multado y expulsado de Dinamarca. Asimismo, una mujer y un hombre, procedentes de Rumanía, fueron arrestados como cabeza de la trama. Además, las autoridades encontraron, además de estos altavoces, cámaras, auriculares y un megáfono.
