Un matrimonio revela el lado oscuro de la compra de una casa de hace 1.000 años por 1€

¿Se imaginan conseguir una casa de unos 200 metros cuadrados por el insignificante precio de 1€? Pues no hace falta que se lo imaginen ya que es una posibilidad tan real como 'tramposa'.

La historia de Sara Bertagnolli y su marido Luca Sguazzini se ha convertido en toda una sensación, ya que son en Youtube saltaron a la fama gracias a su cana Leave Everything and Wander, en el que publican muchas de sus aventuras, siendo una de las más célebres la que les llevó a la fama, al transformar una furgoneta en una pequeña casa diminuta con la que viajaron de Alaska a Argentina o reformar una casa en los Alpes, entre otras muchas.

Tras esos retos, que tiene gran parte de la culpa por la que ahora cuentan con más de 240 mil suscriptores, tuvieron un hijo y, presumiblemente, decidieron asentar la cabeza. Y qué mejor forma de hacerlo que obteniendo una vivienda milenaria en un pequeño pueblo de Sicilia (Motta D'Affermo), a 80 km de Palermo por tan solo 1€.

Evidentemente, esto tiene letra pequeña. Este irrisorio precio tiene su origen en la iniciativa del gobierno italiano por repoblar las zonas más despobladas del país -algo similar a lo que ocurre en España-, promoviendo y fomentando que parejas jóvenes se vean atraídas por un entorno seguro, natural y tranquilo, alejado de las grandes urbes, donde conseguir que sus hijos crezcan relacionados con la naturaleza y en un ambiente confortable.

Por ello, la pareja decidió invertir un solo euro en la vivienda de 1,5 hectáreas y, acostumbrados a los retos extremos, reconstruirla con paciencia y determinación, algo que se convirtió en uno de los mayores retos de su vida. 

Pese a tener que contratar a constructores locales, fueron ellos quiénes se encargaron de la instalación eléctrica, los suelos y la fontanería, entre otras muchas labores. Eso sí, las reformas y las grandes obras que han tenido que afrontar les han hecho multiplicar el presupuesto por mucho, ya que las condiciones en las que se encontraba la vivienda no eran en absoluto habitables.

Antes de ello y siendo un requisito indispensable, todo aquel que quiera hacerse con una de estas viviendas, tendrá que conocer a las personas del pueblo, que tendrán que dar el visto bueno definitivo a la llegada de los 'forasteros' para acogerlos y que sean unos ciudadanos más del pueblo.