Un piloto responde a todos los interrogantes sobre la seguridad al volar y despeja la gran duda sobre el 'modo avión'
¿Los móviles pueden causar fallos en el motor?
A pesar de que cada día parten y aterrizan más de 100.000 vuelos comerciales alrededor del mundo, aún persisten numerosas dudas entre los pasajeros sobre la verdadera seguridad a bordo. Desde el impacto que pueden tener nuestros dispositivos electrónicos hasta la fiabilidad de los sistemas de navegación. En este contexto, un piloto reconocido ha decidido arrojar luz sobre algunas de estas incógnitas.
El comandante Perico Durán, con décadas de experiencia y una activa presencia en foros y redes sociales, ha reflexionado en su visita al podcast Tómatelo con vino sobre algunas cuestiones relacionadas con la seguridad. En su intervención, Durán desmitificó la idea de que los dispositivos móviles puedan provocar un fallo crítico en los sistemas de la aeronave. “Gente más lista que nosotros piensa que podría llegar a pasar algo”, comienza diciendo.
Perico aclara que una interferencia no es capaz de apagar un motor o de impedir que se despliegue el tren de aterrizaje, pero sí puede provocar otras complicaciones: "Lo que puede ocurrir quizá sea una falsa indicación de algo, una distracción en un momento", ha explicado. Por eso la aviación pide a los pasajeros que se ponga el modo avión y se minimice cualquier posible interferencia.
Un gesto muy simple
Según Durán, la obligatoriedad de poner los aparatos en modo avión no se basa en riesgos de alto calibre, sino en pequeños márgenes de seguridad. Los pilotos necesitan que todos los datos que aparecen en su pantalla sean fiables, por lo que es importante que los móviles de los pasajeros no puedan provocar señales erróneas, mucho menos en el momento de aterrizaje que es cuando estos dispositivos comienzan a recibir señal.
"¿Qué te importa? Son diez minutos desde los 10.000 pies hasta los 14.000. Ponlo en modo avión y evitas una distracción, es una tontería. No pasa nada por estar 10 minutos sin móvil", reflexiona el comandante. Lejos de un mero trámite, este gesto forma parte de un engranaje global de precauciones que garantiza vuelos tranquilos y seguros para millones de personas cada día alrededor de todo el mundo.
En definitiva, poner el teléfono en modo avión no es un capricho sino un pequeño eslabón de una cadena de seguridad que la industria aérea refuerza constantemente. Y, según Perico Durán, basta con cinco o diez minutos de silencio electrónico para volar un poco más seguros. Además, asegura que este momento de desconexión también puede ser bueno en cuanto a introspección personal se refiere.
