Una cajera de Lidl es despedida por faltar 29 días en dos meses y por un error acaba con 30.000 euros en su bolsillo
La justicia falla a favor de la trabajadora por un sencillo motivo.

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) dictó recientemente una sentencia a favor de una trabajadora del supermercado Lidl, que ejerce de cajera en Alicante.
De acuerdo con la resolución, la trabajadora, que llevaba en la empresa desde 2003 con contrato indefinido, fue despedido de forma improcedente. Y en la sentencia se alega que dichas ausencias estaban debidamente justificadas, por lo que la demandante tendrá que recibir una indemnización de 30.000 euros por parte de la compañía.
Las ausencias se produjeron entre el 20 de febrero y el 8 de marzo de 2019 y entre el 22 de marzo y el 12 de abril del mismo año, pero fueron justificadas y certificadas de forma oficial. Este último período de baja (16 días) se correspondió con un tramo de incapacidad temporal.
Y aunque las bajas estaban totalmente justificadas y firmadas por los servicios médicos, Lidl consideró que los 29 días de baja superaban el 20% de jornadas laborales hábiles de ese período. ¿El error? Que ese criterio se basa en el artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores, que en 2020 fue derogado y cambiado.
Así, el TSJCV dictaminó que la empresa se equivocó a la hora de calcular las ausencias, y señaló que las bajas médicas que superen los 20 días no pueden ser consideradas como faltas de asistencia, por lo que finalmente y si se descuentan esos días, la cuenta se reduce a 13 faltas de forma intermitente, una cantidad que no supera los límites legales.
Además, otro argumento esbozado por el tribunal se centra en que el supermercado no pudo demostrar que la falta de la trabajadora afectara de forma considerable al funcionamiento del súper.
Por todo ello, el TSJCV tomó la decisión de que Lidl tendría que readmitir de inmediato a la trabajadora en su puesto de trabajo respetando las mismas condiciones que tenía antes de su despido o bien, que le pagara los 29.194 euros, que se sumarían a los salarios que dejó de percibir desde la fecha del despido.
