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Una empresa española pone fin al teletrabajo y la decisión de su plantilla llega hasta a los medios franceses

Una empresa española pone fin al teletrabajo y la decisión de su plantilla llega hasta a los medios franceses

Parece que la decisión no ha sentado nada bien a los trabajadores.

Imagen de archivo de un hombre que trabaja desde casa desde la mesa del comedor.Getty Images

Ante los desafíos económicos de 2024, la dirección de la energética española Holaluz tomó la decisión de imponer el regreso obligatorio a la oficina, lo que ha generado una respuesta inesperada y ha profundizado las tensiones en el entorno laboral.

Esta medida tuvo consecuencias inmediatas: casi una cuarta parte de la plantilla optó por abandonar la empresa en lugar de renunciar a la flexibilidad adquirida durante los últimos años. Algunas fuentes internas indican al medio francés Les Activateurs que la tasa de renuncia podría llegar hasta el 30%, lo que representa una fuga significativa de talento. 

El proceso estuvo además marcado por una notable falta de transparencia. La dirección de Holaluz no proporcionó explicaciones claras sobre la eliminación del teletrabajo, limitándose a anunciar un ahorro estimado de 250.000€, sin detallar cómo se lograría este recorte. Esto generó un clima de desconfianza generalizada entre los empleados restantes y exacerbó aún más la situación.

Consecuencias de la decisión y respuesta sindical

Las repercusiones de esta decisión son mucho más amplias que los ahorros estimados, con lo que puede que a la empresa le cueste más caro haber tomado esta medida que dejar el teletrabajo. Entre las consecuencias inmediatas se incluyen:

  • Desorganización masiva de equipos. La salida de empleados clave ha dejado un vacío en varios departamentos, afectando a la estructura operativa de la empresa.
  • Pérdida significativa de habilidades y experiencia. La fuga de talento ha generado una merma considerable en las competencias y el conocimiento acumulado durante años, afectando la eficiencia y la calidad del trabajo.
  • Interrupciones en las operaciones diarias. Las vacantes no cubiertas y el ambiente de inestabilidad han alterado la continuidad de las operaciones, complicando la capacidad de la empresa para mantener su productividad.
  • Deterioro de la moral entre los empleados restantes. La tensión generada por esta decisión ha afectado negativamente el estado de ánimo de los empleados que decidieron quedarse, lo que ha disminuido su motivación y compromiso.
  • Costes adicionales de contratación y formación. La empresa deberá asumir nuevos costes derivados del reclutamiento y la capacitación de nuevos empleados..

Ante esta situación, los sindicatos UGT y CGT organizaron una huelga indefinida, que, aunque inicialmente se percibió como una protesta puntual, se transformó en un conflicto laboral prolongado. A pesar de los esfuerzos de la dirección por minimizar su impacto, alegando que solo afectaba al 16% de la plantilla, la huelga ha tenido efectos tanto operativos como en la imagen pública de la empresa.

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