Una experta habla sin filtros sobre el impacto del cambio de hora: "Provoca pequeños impactos en el organismo, debemos eliminarlo"
“Biológicamente, hay que eliminar el cambio horario. No tiene ningún sentido. Lo único que conseguimos manteniéndolo es provocar pequeños impactos en nuestro organismo”.

El debate sobre el cambio de hora vuelve a la agenda política, y esta vez con una propuesta firme desde La Moncloa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que España propondrá oficialmente a la Unión Europea poner fin al cambio horario, una medida que afecta cada año a millones de ciudadanos y que, según los expertos, altera nuestros ritmos biológicos.
La iniciativa llega justo unos días antes del cambio al horario de invierno, que se producirá este domingo de madrugada. Sánchez aseguró en sus redes sociales que “la mayoría de los ciudadanos está a favor de acabar con este sistema”, y subrayó que la ciencia respalda la medida: “Cambiar la hora dos veces al año no tiene ningún beneficio real y afecta a la salud de las personas”.
Las palabras de Sánchez han reactivado el interés de los españoles hacia un "ritual" que, pese a ocurrir dos veces al año, nos suele pillar casi siempre despistados. Prueba de ello es que, según la herramienta Google Trends (especializada en detectar tendencias de búsqueda), llevamos ya cerca de un mes preguntándonos (o, mejor dicho, buscando en San Google), cuándo toca cambiar de hora. Y dicha búsqueda se ha disparado aún más desde que se ha puesto el debate sobre su relevancia sobre la mesa.

La ciencia lo respalda: “El cambio de hora no tiene sentido”
Una de las voces más reconocidas en este debate es la de Trinitat Cambras, catedrática de Fisiología de la Universidad de Barcelona y experta en cronobiología. En una entrevista en RAC1, fue tajante: “Biológicamente, hay que eliminar el cambio horario. No tiene ningún sentido. Lo único que conseguimos manteniéndolo es provocar pequeños impactos en nuestro organismo”.
Cambras recordó que diversos estudios recientes confirman que mantener un mismo horario durante todo el año favorece el metabolismo y el sistema cardiovascular. Además, cuestionó el argumento histórico de que el cambio de hora ayuda a ahorrar energía: “Siempre se ha dicho que se hace por motivos de eficiencia energética, pero no hay datos sólidos que lo demuestren”, afirmó.
Adaptarse cada seis meses tiene un precio
Según la experta, los efectos del cambio horario, aunque leves, son reales: “Nuestro cuerpo necesita un par de días para aclimatarse a cada cambio. En primavera, incluso puede tardar algo más. Es una decisión que va en contra de nuestro ritmo interno”, explicó.
Ese pequeño desajuste temporal puede traducirse en problemas de sueño, menor concentración, irritabilidad o fatiga, sobre todo en niños y personas mayores. La investigadora insiste en que, desde el punto de vista fisiológico, lo más natural es mantener un mismo horario durante todo el año.
¿Horario de verano o de invierno?
Si finalmente se elimina el cambio de hora, quedará por decidir qué horario adoptar de forma permanente. En ese punto, Cambras también es clara: “El mejor es el de invierno. Mirando el conjunto del año, ajusta mejor la luz solar a nuestras actividades diarias. Con el horario de invierno tendremos más claridad por la mañana, lo que beneficia la concentración y el rendimiento”.
Además, los estudios indican que mantener el horario de invierno reduce el riesgo de trastornos del sueño y mejora la calidad del descanso. En su opinión, la población se adaptaría rápidamente a un horario estable: “La mayoría lo haría sin dificultad. Solo un 10 % de las personas, las más vespertinas o madrugadoras, podrían necesitar algo más de tiempo”.
Un debate europeo que se reabre
La propuesta española podría reactivar un debate que en la Unión Europea lleva años estancado. Bruselas ya planteó en 2018 eliminar el cambio horario, pero los Estados miembros nunca llegaron a un consenso sobre qué franja mantener.
Si ahora la iniciativa prospera, España podría suprimir el cambio de hora a partir de 2026, sumándose a otros países que apuestan por un tiempo estable todo el año.
