Una profesora de Tivoli, en Italia, tuvo que cambiar de instituto y recibió una carta por parte de sus alumnos que es una oda a la buena educación por parte de ellos: "Dejan huella en el corazón".

Sin esperarlo, la docente se encontró un escrito que demostró que los chicos tienen "la capacidad de los jóvenes para ser agradecidos y la confianza que depositan en los profesores, incluso cuando a veces parecen opositores".

Según informan desde Italia, la profesora explicó que "cartas como esta recompensan todo el compromiso y el esfuerzo de una profesión que, a pesar de todo, sigue siendo una de las más gratificantes".

La carta fue la siguiente: "Hay maestros que explican, otros que inspiran. Y luego están aquellos que dejan huella en el corazón: ella fue todo esto para nosotros. No solo nos enseñó a leer entre líneas, sino también entre los pliegues de la vida".

Los alumnos aseguraron que gracias su profesora "descubrimos que la literatura no es solo estudio, sino un espejo del alma". "Como Virgilio con Dante, nos llevó de la mano en el círculo de las palabras, guiándonos no solo a través de versos y significados, sino a través de los paisajes más profundos de la conciencia. Nos enseñó que todo bosque oscuro se puede cruzar si tienes a alguien que cree en ti a tu lado. Pero, sobre todo, fue su voz, sus silencios, su auténtica atención lo que nos hizo mejores personas", han expuesto.

"Ella vio en cada uno de nosotros algo que a menudo ni siquiera sabíamos que teníamos. Como Beatriz, nos mostró que hay luz incluso donde solo veíamos incertidumbre. Nos animó a pensar, a escuchar, a no temer las preguntas sin respuesta, como las que el Poeta se plantea a lo largo de su camino. Nos enseñó que las palabras importan, pero que los gestos importan aún más", escribieron.

"Esa cultura no es una lista que aprender, sino una forma de vivir con mayor profundidad. Que la bondad es una forma de valentía, y que incluso en los versos más antiguos hay algo eterno y vivo. Hoy, mientras se prepara para comenzar un nuevo capítulo, nos alegramos por quienes la encontrarán en el camino. Pero no podemos evitar sentir una dulce melancolía, esa que, como ella nos enseñó, hace que las cosas realmente importen", razonaron.

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