Una trabajadora de un crucero alerta de los objetos prohibidos que jamás debes meter en la maleta
Algunos consejos para ahorrar disgustos a los viajeros primerizos.

Cada verano, miles de viajeros cambian la arena de la playa por la cubierta de un gran crucero, buscando combinar varios destinos en un solo itinerario. Como estos pueden ser viajes verdaderamente largos, es habitual que los pasajeros lleven muchas cosas en la maleta, pero lo que muy pocos saben es que hay una serie de objetos que no se pueden subir al barco y deben quedarse en tierra.
Antes de hacer el equipaje, conviene conocer las estrictas normas de seguridad y confort a bordo. Por ello, Lucy, una tripulante con años de experiencia en cruceros, ha compartido en su canal de YouTube una lista de objetos que nunca deben subirse al barco para evitar confusiones, o incluso riesgos para la seguridad de todos los pasajeros. A su vez, ha dado algunos consejos que pueden ahorrar más de un disgusto a los viajeros primerizos.
Lo primero que recomienda es no llevar flotadores, colchonetas y otros artículos de piscina ya que, por muy inofensivos que puedan parecer, el espacio en las piscinas de los cruceros es limitado y debe garantizarse el acceso y disfrute de todos los huéspedes. También está prohibido subir al barco con ventiladores grandes, ya que podrían dañar el sistema eléctrico, así como aparatos como planchas de vapor, cafeteras o tostadoras que puedan causar un incendio.
Otras prohibiciones
Por el contrario, secadores de pelo, planchas y rizadores de cabello suelen estar exentos de esta restricción, pero igualmente conviene consultar la normativa del crucero correspondiente antes de meterlos en la maleta. Como es lógico, armas de fuego, munición, cuchillas o tijeras largas, así como fuegos artificiales o material pirotécnico serán confiscados por el fin de evitar posibles incidentes con el resto de la tripulación.
Por motivos de higiene y seguridad alimentaria, se confisca cualquier producto fresco o cocinado en casa: carnes, pescados, frutas, verduras o platos ya preparados no pueden subir al barco. En cuanto al alcohol, sí puede llevarse, pero es obligatorio entregarlo al personal de embarque. Solo se podrá recuperar durante la última noche del crucero, una medida que fomenta el consumo en bares y restaurantes del propio barco.
Para evitar interferencias con los sistemas de navegación y comunicación, está prohibido usar drones, walkie‑talkies o monitores para bebés durante la travesía. Aunque no lo parezca, son dispositivos que pueden poner en riesgo la operatividad de ciertas zonas del barco. De la misma forma, está terminantemente prohibido embarcar con cualquier sustancia ilegal o droga, incluso si está autorizada en el país de origen.
Finalmente, Lucy asegura que no está permitido llevar cenizas de un familiar fallecido para esparcirlas al mar. Aunque esta idea pueda resultar poética para muchos, los barcos prohíben expresamente llevar urnas funerarias a bordo y realizar este ritual durante la navegación por motivos legales y medioambientales. En definitiva, antes de embarcar lo mejor es revisar con detenimiento la lista de artículos prohibidos de la naviera elegida.
