Un niño australiano visita un pueblo de Teruel, se enamora del español y lo que ha conseguido es más que una hazaña
"La única televisión disponible era en español", cuenta la madre del pequeño.

Pocos se podrían imaginar que una visita a un pueblo de Teruel iba a acabar con un niño australiano enamorado del español hasta tal punto que en su colegio lo han instaurado como lengua a estudiar después de la insistencia de los padres. Esto es lo que le ocurrió a Asriel, un pequeño del país de Oceanía que con tres años visitó Alcañiz acompañado de sus progenitores, Hilary Skelton y Daniel Encel.
Hasta ese momento solo hablaba inglés, tal y como apuntan en SBS Español, pero fue al encender la televisión en esta localidad turolense cuando despertó su interés por el castellano: “Cuando fuimos de vacaciones a España, en 2019, la única televisión disponible era en español, dibujos animados en español, así fue comenzó todo”, comenta la madre del pequeño.
Tal fue el gusto que desarrolló que, a su regreso a Australia, comenzaron a poner música en español, adquirir libros en español e incluso, con la llegada de la pandemia, Hilary y Daniel contrataron a una persona hispana para que cuidara de Asriel. La televisión pasó del inglés al castellano: “Decidimos poner programas en español. El razonamiento fue que muchas personas que conocíamos en Europa aprendieron inglés de la televisión y no de sus profesores de inglés, así que vio la televisión en español y realmente disfrutó el contenido y aprendió español de allí”, señala Daniel, tal y como recoge el citado medio.
Esa inmersión lingüística supuso que las palabras en español que iba aprendiendo Asriel empezaran a convertirse en pequeñas frases. Ahora es capaz de mantener una conversación fluida en castellano de temas en apariencia complejos como el sistema solar, apuntan desde el medio.
Todo por el español
Con el paso de Asriel a Primaria, sus padres se encontraron con el problema de que el idioma que se enseñaba en la escuela no era el castellano, un hándicap para las ansias de este idioma del infante.
Ante ello, se pusieron manos a la obra y, tras mucha insistencia, consiguieron que en su colegio comenzara un programa de enseñanza del español como segunda lengua. Un éxito que tanto Daniel como Hilary califican de un gran progreso a pesar de las complicaciones para encontrar profesores de español en la región en la que viven.