Elon Musk pone el foco en un pequeño pueblo rural de Texas para el nuevo centro de su imperio tecnológico
“Lo arruinarán todo”.

Una tranquila localidad rural al este de Austin, en el estado de Texas, se está transformando en el epicentro clave del imperio tecnológico de Elon Musk. Se trata del pequeño pueblo de Bastrop, con poco más de 12.000 habitantes, que se ha convertido en el nuevo escenario del ambicioso plan de expansión del magnate tras su salida de California, en julio de 2024, impulsada por desacuerdos políticos y regulatorios con el estado.
Musk ha trasladado una parte significativa de sus operaciones a este punto estratégico de Texas, donde ya están operativas instalaciones de The Boring Company y una planta en crecimiento de SpaceX dedicada a la fabricación de componentes para la red satelital Starlink.
Mientras Musk consolida su presencia, Bastrop tiene la misión de abrazar la modernidad sin perder su esencia. La transformación del pueblo en un centro de innovación refleja no solo un giro empresarial que está redefiniendo a la región sino también las tensiones que surgen cuando el futuro aterriza, literalmente, en el suelo un pequeño pueblo texano.
Un enclave inesperado para la alta tecnología
El traslado a Texas responde a varios factores como: el terreno es más barato, abundan los trabajadores tecnológicos cualificados de la cercana Austin, y las leyes locales favorecen el desarrollo. Además, la ideología de la zona es acorde al giro ideológico de Musk, que ha pasado de ser un entusiasta del Partido Demócrata a ser uno de los aliados más cercanos del presidente republicano Donald Trump.
La zona ya cuenta con el las primeras instalaciones de un pequeño campus corporativo. En él, la Plaza Hyperloop alberga desde un bar y cafetería hasta una tienda de regalos y una peluquería. Aunque aún está en desarrollo, el impacto sobre la comunidad local ya es palpable.
Entre el entusiasmo y la preocupación
Los residentes de Bastrop viven este cambio con sentimientos encontrados. Mientras algunos celebran la creación de empleos y el dinamismo económico, otros temen una urbanización descontrolada y la pérdida del carácter rural del área.
"Es como si tuviéramos una doble personalidad", afirma Sylvia Carrillo, administradora municipal. "Los residentes están contentos de que tengan trabajo en la zona pero, por otro lado, puede parecer que estamos siendo abrumados por un tercero y que el desarrollo urbanizará rápidamente nuestra zona", agregó.
Además del crecimiento económico, las empresas de Musk han tenido que enfrentar críticas ambientales. The Boring Company fue multada por contaminación del agua y, tras protestas locales, tuvo que modificar su plan original de vertido en el río Colorado.
Incentivos y política
En noviembre, SpaceX solicitó que sus instalaciones en Bastrop fueran designadas como zona de libre comercio, una medida apoyada por las autoridades locales a pesar de una pérdida fiscal estimada de 45.000 dólares para el condado. A cambio, el gobierno estatal concedió una subvención de 17,3 millones de dólares para fomentar el desarrollo, con la expectativa de crear más de 400 empleos y atraer 280 millones en inversión.
Aunque en internet algunos vecinos han expresado su desconfianza —como un residente que escribió en un foro local: “Lo arruinarán todo”—, Carrillo insiste en que las nuevas leyes municipales sobre uso del suelo buscan equilibrar crecimiento y conservación protegiendo el carácter histórico del centro, pero permitiendo un desarrollo controlado en las afueras.