¿La luz de la linterna al final del túnel?: Apple sortea la presión de Bruselas con trabajos "adicionales" en sus funciones
Pese a presentarlas en sus 'keynotes', la compañía de Tim Cook se ha encontrado siempre con el mismo muro: la Ley de Mercados Digitales europea (DMA, en sus siglas en inglés). Y hay algunas herramientas que siguen estando bloqueadas.

Unos avances que no terminaban de llegar. Apple, al igual que otras grandes tecnológicas, ha ido dando pasos adelante con algunas funciones que buscaban marcar la diferencia y ofrecer una mejor experiencia a todos sus usuarios.
En cada keynote de la compañía de Tim Cook, se ha ido detallando la nueva hoja de ruta de la marca. Un camino que se recorre con algún avance en inteligencia artificial y herramientas mejoradas. Pero que, hasta ahora, sólo se habían explorado fuera de Europa.
Y esto no quiere decir que haya sido culpa de Apple. Se trataba de la regulación a la que está sometida tanto ella como sus grandes competidores a través de la Ley de Mercados Digitales europea (DMA, según sus siglas en inglés).
Hace unas semanas, tanto la compañía de Tim Cook como Google habían mostrado su malestar con la norma, avisando de que sus productos se iban a quedar "aún más atrás" en Europa.
Bruselas impuso una sanción de 500 millones de euros para Apple por presuntamente violar que los desarrolladores pudiesen invitar a la gente a comprar fuera de su tienda. Algo a lo que reaccionó con un comunicado, asegurando que estaba "imponiendo cómo debemos gestionar nuestra tienda y forzando condiciones comerciales que resultan confusas para los desarrolladores y perjudiciales para los usuarios".
La compañía de Cupertino aseguró en una nota de prensa el pasado 24 de septiembre que la normativa europea "nos está obligando a realizar algunos cambios preocupantes en la forma en que diseñamos y entregamos los productos Apple a nuestros usuarios en Europa".
No fue la única, Google también publicó un comunicado en el que aseguraba que la nueva regulación estaba "favoreciendo a unos pocos" y provoca un retraso en el "lanzamiento de nuevos productos". "Este retraso perjudica a los consumidores y empresas europeos que merecen acceso a la tecnología más avanzada", aseguró la firma que lidera Sundar Pichai.
A paso muy ligero
Pero parece que se está viendo la luz al final del túnel. Es cierto que Apple ha tenido que adecuar una de sus principales funciones a la normativa europea, pero ha visto la decisiva fumata blanca.
Se trata de la función de traducción en tiempo real para los AirPods que todavía no había visto la luz en Europa. "Ha sufrido retrasos en su disponibilidad para los usuarios de la UE a causa de los trabajos de ingeniería adicionales necesarios para cumplir con el Reglamento de Mercados Digitales", ha explicado en un comunicado la compañía.
Pese a todo, será en diciembre cuando esta función innovadora, basada en Apple Intelligence, se ponga en marcha en Europa. Una herramienta que sirve para ayudar a los usuarios a entender y comunicarse de forma natural y fluida con personas que hablan otros idiomas.
Pero no es la única que se ha visto bloqueada hasta la fecha. El iPhone Mirroring, una función para reflejar en vivo la pantalla del iPhone en un Mac, tampoco ha aterrizado en Europa por la DMA.
Lo malo para Apple es que la Comisión Europea sigue acotando sus movimientos y una de esas noticias negativas ha sido que parece haber eliminado en iOS 26.2 la sincronización de redes Wi-Fi entre el Apple Watch y el iPhone.
Y no se elimina porque lo haya exigido Europa, sino porque debía permitir el acceso al hardware Wi-Fi del iPhone a accesorios de terceros antes de finales de 2025 y la compañía de Tim Cook no está dispuesta a aplicar tal cambio solo para Europa. Las cosas de palacio van despacio, pero las regulaciones europeas se están convirtiendo en el principal daño a Apple fuera de Estados Unidos.
