La plataforma de streaming Kick elimina la cuenta de Simón Pérez y Silvia Charro
Según la pareja española, que se humillaba en directo a cambio de donaciones, Kick les ha baneado a raíz de la muerte del streamer francés Raphaël Graven en directo.
La plataforma de streaming Kick ha decidido banear (es decir, eliminar) la cuenta de Simón Pérez y Silvia Charro, la pareja española que se hizo famosa hace unos años por un vídeo en el que, cuanto menos en estado de embriaguez, aconsejaban contratar hipotecas a tipo fijo. Aunque no es la primera vez que son castigados por la plataforma, parece que esta última restricción de Kick es definitiva, según ha comentado la propia Charro. La prohibición de seguir emitiendo se produjo poco después de la muerte en directo del streamer francés Raphaël Graven.
Desde hace bastante tiempo, sobre todo Simón Pérez retransmitía en directo una vida en decadencia que costeaba con las donaciones de sus seguidores a cambio de diversas humillaciones, ya fueran tatuajes, tirar una impresora por la ventana o probar cualquier tipo de drogas. Hace unos días, durante una emisión en directo, y aunque contó que llevaba varios días sin consumir, un usuario le preguntaba en el chat "cuánto" para que se tomase "un tripi", a lo que Pérez contestó: "No sé, ¿500 euros?" Entonces, el mismo usuario se dirigió al resto de espectadores: "Va peña, fondo tripi". Poco después, Pérez comenzó a apostar en un casino online.
Hace tiempo, un Pérez que acostumbraba a salir drogado o ebrio en sus directos, detalló qué solía hacer cuando recibía el pago de Kick: "Veo que he cobrado y empiezo a pillar coca, ¿vale? Y voy pillando coca hasta que Silvia se levanta. Depende a qué hora se levante, pues a lo mejor me he gastado cien euros o a lo mejor me he gastado trescientos, o a lo mejor me lo he fundido todo lo de Kick". En otro directo se le vio al borde del delirio, y todo accesible para cualquier persona, incluidas menores de edad.
Según ha avanzado el diario El País, estos días Pérez y Charro recuperaron unas cuentas en YouTube para volver a emitir y este lunes anunciaron que emitirían en la plataforma de streaming Trovo, propiedad de los dueños de WeChat. En un directo, la propia Charro explicaba que Kick les ha baneado "hasta el año 3000". "Apelamos, y en la apelación pedimos por favor cuál es la cosa tan mala que hemos hecho", dice.
Aunque era público para cualquier persona que conociera ya Kick, la muerte de Graven tras meses siendo víctima de abusos, vejaciones y violencia extrema por parte de otros streamers destapó la permisibilidad de la plataforma con los contenidos abusivos. Propiedad de los multimillonarios australianos Ed Craven y Bijan Tehrani, cofundadores también del casino online Stake, este espacio de streaming nació en parte para que sus creadores pudieran hacer contenido de juegos y apuestas, algo que no está permitido en otras plataformas, como Twitch. Además de unas normas de moderación muy suaves con relación a contenidos violentos o sexuales, apareció además como una alternativa muy jugosa para los streamers, a quienes ofrece el 95% de los ingresos generados por las suscripciones frente al 50% que da Twitch.
Desde su creación, Kick ha sufrido varias acusaciones por el contenido que consienten en su plataforma. Adin Ross, uno de sus más famosos creadores, llegó a Kick después de haber sido baneado en Twitch en varias ocasiones, ya fuera por comentarios homófobos o por emitir contenidos de odio. Ross, quien llegó a entrevistar a Donald Trump, es cercano al ídolo de la manosfera Andrew Tate, a quien se investiga por trata de personas en Rumanía. En otra ocasión, Ross pidió a un hombre que condujera su coche hasta el mar a cambio de dinero. Antes le solicitó que dejara claro que él no sería el "responsable". Otro día, el streamer emitió contenido pornográfico. Adin Ross, por cierto, anunció que costearía el funeral de Graven.
Este mismo martes, la Fiscalía francesa anunció la apertura de una investigación acerca del papel de Kick en la muerte de Graven. Las autoridades francesas indagarán si la plataforma "distribuía, con conocimiento de causa, servicios ilícitos, en concreto en la difusión de vídeos en los que se menoscaba la integridad de las personas".