En EEUU tienen una técnica peculiar para que los invitados se vayan a la hora que quieres: en España muchos son fans de la idea
"Formas de meter la pata en EEUU".

Uno de los inconvenientes que muchos ven a la hora de invitar a gente a comer o cenar a casa es que a veces la celebración se alarga más de lo que a los anfitriones les gustaría y tienen que acabar soportando que la gente se vaya de su casa a horas intempestivas.
La usuaria de TikTok @mariquilla.terremoto, española que vive en Estados Unidos, ha explicado la técnica que utilizan en la zona donde está ella para solventar ese problema. Y es algo que a muchos españoles les ha parecido una genial idea aunque, eso sí, brusca.
"¿Alguna vez habéis estado celebrando algo con comida, en una mesa y de repente todo el mundo se ha levantado y os ha dejado allí solos? ¡A mí me ha pasado! Formas de meter la pata en EEUU", empieza diciendo la usuaria.
"La primera vez que invitaron a mi peque a un cumpleaños, nos mandaron una invitación que decía que la celebración empezaba a las 11.00. Que eso es otra cosa, aquí a veces los cumpleaños son tempranísimo, pero allá donde fueres haz lo que vieres", relata.
"Nosotros fuimos al cumpleaños, nos lo estamos pasando súper bien, estábamos tipo película americana, en el patio de atrás de la casa, con la barbacoa, nuestras alitas de pollo... súper bien, muy divertido. Pero, de repente, a la una de la tarde, la gente una tras otra, todos de golpe, empezaron a irse. Le daban las gracias a la anfitriona", cuenta.
Ellos, en cambio, se quedaron "allí en la mesa plantados", comiendo alitas de pollo, confusos y sin saber qué hacer.
"Me quedé totalmente bloqueada. Y me explicaron que es que en la zona en la que nosotros estamos, en Massachusetts, es bastante normal cuando uno hace una celebración, un evento, incluso una comida con amigos, tú pones una hora de inicio y una hora de fin", explica.
"Que yo no digo que eso no esté bien pensados porque verdaderamente así las cosas no se alargan, pero yo pensando en las celebraciones con mis amigos a mí no se me ocurre en Sevilla decirle a mis amigos: venid a comer a las 15.00 y os vais a las 17.00. Me resultaría súper brusco y súper extraño", admite.
