Si por algo se está caracterizando la cumbre de la OTAN que se celebra en La Haya desde este martes y que tiene su plato fuerte en la tarde de este miércoles, es qué ocurrirá con España respecto al gasto del 5% del PIB en Defensa. 

Esta polémica ha generado una gran controversia a nivel internacional, hasta el punto de que el propio Trump afirmó hace una semana que la OTAN "tendría que lidiar con España" para conseguir el objetivo estipulado. Unas declaraciones que este martes tuvieron su segunda entrega con las palabras del presidente estadounidense en su Air Force One, justo antes de despegar en dirección La Haya.

"España va a ser un problema para la Defensa de la OTAN", aseguró el líder norteamericano. Con estas palabras, dejaba claro que las diferencias de criterio entre EEUU y España respecto al presupuesto destinado para la Alianza en materia defensiva son más que palpables.

Y estas diferencias se han escenificado en la mañana de este miércoles en el momento en que todos los líderes tuvieron que hacerse la foto protocolaria con el photocall de la OTAN de fondo. 

Justo antes de ese momento, Sánchez, que por protocolo le ha tocado ubicarse en la esquina inferior izquierda, ha pasado por delante de casi todos los mandatarios presentes, aunque Trump en ese momento no estaba en su lugar. De hecho ambos han estado separados por solo dos mandatarios: el presidente de Turquía, Reino Unido y Suecia.

Sin embargo, tras tomarse la foto, todos los mandatarios han ido andando y hablando unos con otros, mientras que Sánchez ha sido uno de los últimos en dejar el lugar y ni siquiera se ha acercado al presidente norteamericano.

Como es lógico, y más conociendo las formas de proceder de Trump, él tampoco iba a ser quien le estrechara la mano. Sin embargo, la escena ha sido una de las más comentadas, ya que atisba que la cumbre de este miércoles en La Haya puede ser una de las más tensas que se recuerdan en los últimos años, con Sánchez y Trump como grandes protagonistas.