Un experto advierte: si ves esto en una botella de aceite de oliva virgen extra, ponte en guardia
No es oro todo lo que reluce.

El usuario de TikTok Charlito Cooks, especializado en contenido sobre gastronomía, ha advertido a los consumidores sobre "la moda del aceite de oliva sin filtrar", que está haciendo que muchas personas crean por el aspecto que un aceite es de una categoría superior a la que realmente tiene.
El especialista llama a los consumidores a "no fiarse por el color" y como muestra enseña un aceite de una tonalidad intensa: "¿Tiene buena pinta este aceite? Pues que sepas que no es oro todo lo que reluce. Esto es simple y llanamente aceite sin filtrar".
El usuario advierte de que "últimamente se está viendo un montón de marketing súper agresivo con este tipo de aceites, vendiéndolo como si fuera un producto súper premium y por supuesto a unos precios de escándalo".
"El color tan llamativo de este aceite no indica que sea necesariamente de mejor calidad. De hecho, el aceite sin filtrar tiene varias pegas. Además de aceite, aquí dentro hay impurezas, restos sólidos de la aceituna y humedad", asegura el experto, que pone de relieve que "estás pagando también por el agua que hay aquí dentro".
Según señala, el problema es que "todo ese residuo con el tiempo termina transmitiendo olores y sabores que no son beneficiosos para el aceite y hace además que tenga una vida útil mucho más corta".
"Pero la prueba definitiva de que este tipo de aceites lleva mucho marketing es el envase", advierte el especialista, que da una clave para saber si un aceite es de mala calidad: "Normalmente, las botellas de aceite suelen estar tintadas o son opacas, justamente porque la luz es el peor enemigo del aceite de oliva. Hace que se oxide reduciendo aún más su vida útil".
El usuario señala que ese tipo de aceites no tienen por qué ser de mala calidad, pero "la calidad no va a venir determinada solo por el color o por el envase, sino por la calidad de la materia prima".
Por eso, explica que ese tipo de aceites están pensados para consumirlos sólo en las semanas o meses posteriores a su elaboración.