Un sintecho ahorra 200 euros recogiendo 2500 botellas, ve el problema de estas madres solteras y toma una decisión
"Este gesto nos conmueve profundamente".
Si, aun siendo alguien con dinero, consideramos que su gesto de donar el loable, imagina si lo hace, no ya una persona humilde, sino un hombre sin hogar. Va más allá de dar lo que no tienes, es acumular con esfuerzo algo que necesitas, y en vez de salir adelante con ello, donarlo para causas nobles. Esto ocurrió en la ciudad alemana de Stuttgart y es una historia ideal para estos días de espíritu navideño.
¿Cómo es posible que un vagabundo donara 200 euros? Es una cantidad modesta para muchos, pero una fortuna para una persona que vive en la calle al día. Pues muy sencillo: con mucho trabajo, recolectando botellas retornables hasta acumular nada menos que 2500, que le reportaron ese beneficio.
Pero Schwalbe (así se le conoce, que traducido significa "Golondrina") no se quedó ni un euro. Donó todo íntegramente al Servicio Social de Mujeres Católicas (SkF), una asociación de madres solteras dependiente de la Diócesis de Rottenburg-Stuttgart. Su deseo: darles la mejor Navidad, según informó SWR (Radiodifusión del Sudoeste de Alemania).
Quién es Schwalbe
Puede ser una historia ideal para contar a los niños en Navidad, con el aliciente de que es real, alimentando más aún a los pequeños ese espíritu altruista.
De Schwalbe se sabe poco, y así lo quiere él. Vive en la calle y es conocido por algunos trabajadores sociales y vecinos del centro de Stuttgart. Según relatan, cuando hace buen tiempo suele sentarse en un murete de los jardines del palacio a leer libros. No pide protagonismo ni reconocimiento público. Tampoco quiso que el dinero se destinara a él.
Como una 'hormiguita'
El cálculo es tan frío como el invierno, pero cálido como cualquier buena obra. En Alemania, la mayoría de envases retornables tienen una fianza de 0,08 a 0,25 euros. Para reunir 200 euros, Schwalbe tuvo que recoger, clasificar y devolver al menos 2500 botellas, una a una, durante semanas. Es un trabajo invisible, agotador y mal pagado, que muchas personas sin hogar utilizan como única fuente de ingresos.
Aun así, decidió desprenderse de todo ese esfuerzo. En una carta manuscrita que acompañaba el sobre con el dinero, pidió expresamente que se utilizara para ayudar a madres solteras con problemas económicos. "Este gesto nos conmueve profundamente", explicó la hermana Nicola Maria, responsable del servicio social que recibió la donación. "Demuestra que la verdadera generosidad no tiene límites, sobre todo teniendo en cuenta que él mismo tiene tan poco", añadió.
Es más, agregan que "la ayuda llegó en el momento justo", explican desde el SkF. No resolvió el problema estructural, pero permitió cubrir necesidades inmediatas en unas fechas especialmente difíciles. "La donación nos deja sin palabras y muy agradecidos", afirmó Svenja Gruß, responsable del departamento de servicios sociales.