Estas son las propuestas para reformar el reglamento del Congreso

Estas son las propuestas para reformar el reglamento del Congreso

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Multar a los diputados que se ausenten del Congreso sin causa justificada, obligar a los diputados a fichar, limitar las vacaciones al mes de agosto, o preguntas "sorpresa" en la sesión de control, son algunas de las propuestas de los grupos para la reforma del reglamento de la Cámara, vigente desde 1982.

El Congreso afronta la próxima semana su enésimo intento para reformar sus normas de funcionamiento interno, que según todos los partidos necesitan una puesta al día para acercar la institución a los ciudadanos y agilizar la encorsetada vida parlamentaria.

La ponencia de reforma del reglamento, constituida el pasado mes de abril, se reunirá el próximo miércoles para que los diferentes partidos aporten sus propuestas para poner a punto los engranajes del Congreso, en un momento en el que la imagen de las instituciones y de la clase política está en horas bajas.

Entre las medidas que proponen algunos de los grupos, como la Izquierda Plural, destaca rebajar el sueldo de los diputados si sus ausencias no están justificadas o acercar la Cámara a la ciudadanía con jornadas de "puertas abiertas" periódicas en las que los parlamentarios se sometan al control directo del pueblo.

La Izquierda Plural pide también que se amplíen las competencias de la Comisión de Peticiones para que deje de ser un "mero buzón de reclamaciones" y medidas encaminadas a controlar el trabajo de los diputados, como limitar las vacaciones parlamentarias al mes de agosto o que su salario nunca sea superior al de los directores generales de la administración.

LAS PROPUESTAS DE UPYD

UPyD es otro de los grupos que ha hecho público un extenso documento con 32 propuestas para mejorar el funcionamiento del Congreso.

Destaca la obligación de que los diputados deban fichar, cumplir un horario fijo y sólo tengan vacaciones en agosto y, al igual que IU, la posibilidad de sancionar mediante la retención de dietas o salarios la ausencia reiterada sin justificar.

Propone también que se hagan públicas en la web del Congreso las nóminas de los diputados -los parlamentarios de UPyD ya lo hacen- así como la agenda de cada diputado y los nombres de personas y asociaciones con los que se reúne y una regulación sobre los lobbies.

También pide ampliar los plenos a los lunes y un horario fijo para comenzar la actividad y con el objetivo de dinamizar los debates, que el presidente del Congreso pueda dar la palabra a cualquier diputado para realizar cualquier pregunta aclaratoria, o permitir preguntas "sorpresa" al Gobierno en las sesiones de control.

EL PSOE Y EL CONTROL AL GOBIERNO

El PSOE, por su parte, quiere que se refuercen los mecanismos de control al Gobierno, con más preguntas en la sesión de control -principalmente al jefe del Ejecutivo- y que se amplíe el tiempo destinado a ellas, así como la posibilidad de realizarlas sin notificación previa.

Los socialistas también desean que se incremente la actividad de la Cámara en los meses de enero y julio y se cree una oficina para que los ciudadanos registren preguntas o pidan que se celebren debates.

Desde el PP, el secretario general del grupo popular, José Antonio Bermúdez de Castro, ha expresado la disposición de su partido para llegar a un acuerdo con los demás partidos, pero advierte de que el control al Gobierno no puede ser el único cambio sustancial que plantee la oposición.

En una reciente entrevista con Efe, Bermúdez de Castro opinó que si los grupos logran consensuar una reforma del reglamento, ésta debería aplicarse ya en la próxima legislatura, y advirtió de que "no tiene mucho sentido" que algunos partidos de la oposición pretendan "cambiar el sistema de mayorías" que rige en el Congreso y en todos los parlamentos del mundo.

POSADA PIDE "GRANDEZA DE ÁNIMO"

El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha pedido a los grupos "grandeza de ánimo" y capacidad de diálogo de cara a esta reforma que, según reconoce, será una tarea "muy difícil", como ha quedado demostrado en anteriores intentos que acabaron en fracaso, el último en 2007 cuando no se pudo cerrar el acuerdo en el último suspiro.

Uno de los asuntos espinosos que frustró el último intento fue el uso de las lenguas cooficiales en las sesiones del Congreso, cuestión que nadie duda de que volverán a reclamar los partidos nacionalistas, con más o menos insistencia, durante la negociación que se inicia este miércoles.