8 razones para comer sandía este verano y 13 formas de prepararla

8 razones para comer sandía este verano y 13 formas de prepararla

La sandía es la fruta de verano. O al menos una de ellas. No hay más que ver el resultado de buscar en Google Imágenes las palabras Fruta y Verano para darse de cuenta de su relevancia. El rojo sandía lo inunda todo.

Esta fruta comienza su temporada entres los meses de marzo y abril, cuando empieza a hacer acto de presencia en los supermercados, y se prolonga hasta septiembre, aunque sin duda su mes por excelencia es el de julio. Tanto es así que en Estados Unidos, la USDA (United States Department of Agriculture) lo ha declarado el Mes Nacional de la Sandía.

Vamos, que este es el mejor momento para disfrutar de esta fruta. Sobre todo porque la encontraremos allá donde vayamos — España es uno de los principales productores mundiales, junto con Turquía, Italia, Grecia y China—, porque está llena de cualidades y porque ofrece múltiples formas de preparación. Sobran las razones para comerla, pero si todavía no lo tienes claro, aquí te explicamos por qué y cómo hacerlo.

8 razones para comerla

  1. Baja en calorías. "Es la fruta con mayor cantidad de agua por lo que su valor nutricional es muy bajo", explica Vanesa León, miembro del comité de prensa de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (ADDINMA). Una ración (aproximadamente 200 gramos) contiene entre 50 y 60 calorías, "por lo que puede estar incluida en dietas de adelgazamiento". La misma cantidad de melón aporta 68 calorías y si hablamos de otras frutas como la manzana, la cifra se eleva a 104 kcal.
  2. Diurético natural. Su alto contenido en agua — hasta un 92 de su composición es el líquido elemento— convierte a la sandía en un excelente diurético natural.
  3. Hidratación contra el mal humor. Gracias a ese alto contenido en agua, es "la fruta perfecta para la hidratación del organismo durante los meses de verano", señala León. Esto la convierte en una herramienta perfecta para prevenir los efectos secundarios derivados de la deshidratación, que son especialmente llamativos en el caso de las mujeres jóvenes. Según The Journal of Nutrition, ésta puede provocar dolores de cabeza, falta de concentración, fatiga y malhumor.
  4. Viagra de los pobres. Así se le dio en llamar en 2008 cuando investigadores de la Universidad de Texas descubrieron que su alto contenido en citrulina le aportaba un efecto viagra. Este componente "aumenta la síntesis de arginina, un aminoácido que mejora la producción de óxido nítrico por parte del organismo, lo que se traduce en un mejor flujo sanguíneo", continúa León.
  5. Contra el dolor muscular. Científicos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica (ETSIA) de Cartagena (Murcia) concluyeron en 2012 que el zumo de sandía ayudaba a reducir el dolor muscular a las 24 horas de realizar una actividad deportiva intensa, de ahí que sea recomendable consumirlo antes de practicar deporte. La razón de esto vuelve a ser su alto contenido en citrulina, localizada principalmente en la corteza.
  6. Previene de la hipertensión arterial y los problemas cardiovasculares. Esto se debe también a su alto contenido en citrulina, que tiene la capacidad de producir un relajamiento de los vasos capilares e igual que ayuda a mejorar la disfunción eréctil produce beneficios para el corazón y el aparato circulatorio.
  7. Protege las células. El lipoceno, el componente responsable de darle ese característico color rojo y que se encuentra en mayor proporción que en el tomate, actúa como un poderoso antioxidante. "Este componente es capaz de proteger las células del envejecimiento prematuro causado por el estrés oxidativo, uno de los responsables de enfermedades cardiovasculares y degenerativas", matiza la nutricionista Vanesa León. Desde The Huffington Post añaden que "puede ayudar a combatir las enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer".
  8. Rica en vitamina C y A. Si un 92% de la sandía es agua, el resto está compuesta por vitaminas y minerales. Entre éstas destacan la presencia de vitamina C y A. Según al USDA, aporta un 20% de la ingesta diaria de vitamina C (imprescindible para aumentar nuestras defensa naturales y necesaria para la producción de colágeno) y un 17% de vitamina A, necesaria para el buen mantenimiento de la piel y las mucosas.

13 formas de prepararla

Estamos acostumbrados a comer sandía como postre. La ración de rigor, alrededor de 200 gramos, y listo. Sin embargo la sandía es mucho más que una fruta. Existen muchas formas de prepararla. Desde un gazpacho o sopa fría hasta en ensalada o en forma de pastel. Aquí tienes 13 posibilidades:

Dos forma de cortarla

Una vez que tienes claro que quieres comer sandía y cómo la vas a preparar toca el siguiente paso: cortarla. Existen diferentes formas de hacerlo pero nosotros vamos a proponerte dos. La primera es la versión fácil propuesta por los autores del blog homesapiens.es, cuyo objetivo es no dejarse los dedos en el intento. Bastan cuatro pasos para conseguirlo:

[Sigue leyendo después de la ilustración...]

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La segunda es la versión muy experto. Porque necesita menos de 30 segundos para tener las rodajas perfectamente cortadas y peladas. Aquí tienes un vídeo que explica cómo hacerlo:

Y recuerda: Para escoger una buena sandía basta con fijarse en que la mancha de la cáscara en contacto con el suelo sea amarillenta y que al darle golpes con los dedos o las palmas de las manos suene a hueco. Así sabremos que está madura.