Catalá se echa atrás y dice que el Gobierno no tiene intención de sancionar a los medios

Catalá se echa atrás y dice que el Gobierno no tiene intención de sancionar a los medios

RONI GARRIGA/EFE

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, sugirió este miércoles que se debería multar a los medios de comunicación que publiquen filtraciones. La afirmación, interpretada sin fisuras como un atentado contra la libertad de expresión y el derecho a la información, bases de la democracia, incendió a la opinión pública. Un día después, el ministro ha dado marcha atrás y ha asegurado que el Gobierno no tiene "ninguna propuesta en torno a la sanción de medios medios de comunicación". "En absoluto", ha dicho en declaraciones a los medios antes de participar en un desayuno informativo.

Catalá ha intentado justificarse diciendo que cuando este miércoles habló de la responsabilidad en torno a las filtraciones de sumarios judiciales declarados secreto, estaba hablando de un debate que está teniendo lugar en el Parlamento Europeo, donde se está debatiendo una directiva "sobre presunción de inocencia".

"Ese es el debate al que yo me refería, a la necesidad de garantizar la presunción de inocencia, el derecho a un proceso justo como hacen otros países y esa es la reflexión. No hice ninguna propuesta de sanción ni nada que se le parezca", ha dicho. El ministro dijo literalmente, sin embargo: "Podríamos someter a debate y a reflexión dónde hay que poner los controles: si en la transmisión de información o en el medio que la publica".

Catalá ha insistido en que los proyectos que tiene el Gobierno sobre la mesa son la reforma del Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal, proyectos que van "encaminados a reforzar las garantías de los derechos" y el sistema de libertades.

INTENTOS DE EXPLICAR LO INEXPLICABLE

El titular de Justicia ya aclaró el miércoles por la noche que no defiende la idea de penalizar a los medios de comunicación por publicar el contenido de sumarios secretos, aunque considera que es necesaria una reflexión para encontrar un equilibrio razonable entre el derecho a la información y el derecho a la intimidad y la presunción de inocencia de las personas investigadas en causas penales.

"He puesto encima de la mesa esta reflexión, que ha generado no sé si debate o ruido. Mi planteamiento no tiene nada que ver con penalizar a los medios, se trata de una consideración mucho más amplia", precisó en declaraciones efectuados a su salida de un acto celebrado en Madrid.