El ultranacionalista comienza a desplegar su hoja de ruta: se carga la Fiscalía contra la corrupción y plantea reformar los medios públicos para su control total, mientras niega armas a Ucrania. Ahora hay presidenciales y Bruselas anhela un reequilibrio.
El mandatario ruso encara ya su quinto mandato sin que haya cambios a la vista, sólo más Vladimir, más expansionismo, más nacionalismo, más represión y control de un pueblo que no se le revuelve, donde la resistencia hace lo que puede.
La Eurocámara denunciará a Bruselas ante el Tribunal de Justicia de la UE por entender que no se puede "ceder al chantaje" que impone Orbán, investigado por violar en Estado de Derecho, sobre todo cuando hay que decidir sobre Ucrania.
Eliminado el líder de la disidencia, con las elecciones en tres semanas, el presidente no se siente amenazado en absoluto. Aún así, y pese al conformismo popular, hay quien sigue denunciando el autoritarismo del Kremlin desde la cárcel y el exilio.
La idea lleva tiempo sobre la mesa, porque son la segunda fuerza en intención de voto e Interior alerta del riesgo para la seguridad nacional. Pero una reunión con neonazis para forjar un plan antiinmigración ha devuelto el problema al primer plano.
La pelea China- EEUU por la región hace de los comicios en la isla algo mucho más grande que un duelo doméstico. Pekín lo ve como una disyuntiva entre la guerra y la paz. El favorito defiende la soberanía de facto y una identidad separada de China.
En las protestas, en 13 ciudades del país, destacan los gritos de "sin amnistía" y "golpe nunca más", acompañados de pancartas que piden "prisión para Bolsonaro".
Polonia deja a la ultraderecha y se aferra a un nuevo primer ministro que ha unido a toda la oposición con valores básicos: estado de derecho y más Europa.
Los críticos con Maduro habían elegido a María Corina Machado como su líder, pero el Supremo ve "irregularidades" en su candidatura, por estar "inhabilitada", y en los tiempos de la consulta.
La ayuda de Washington fue clave para ahondar en la crisis económica del país y sustentar el poder militar posterior, bien visto para frenar al marxista Allende.
El primer presidente marxista democráticamente elegido en el mundo cayó por el levantamiento de su ejército, animado por EEUU. Su suicidio, la represión posterior y el ordeno y mando marcaron la historia de la izquierda en América Latina.
Se negó a colaborar con el Congreso en la investigación sobre el asalto al Capitolio en 2021, el mayor atentado a la democracia de EEUU en su historia reciente.
El asesinato del candidato de centroderecha al salir de un mitin empaña un proceso que busca una salida adelantada al presidente Lasso. El correísmo va en cabeza.