EEUU cree que el E.I. podría haber usado gas mostaza en un ataque en Irak
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EEUU cree que el E.I. podría haber usado gas mostaza en un ataque en Irak

REUTERS

El departamento de Defensa de Estados Unidos cree que el Estado Islámico (EI) podría haber usado armas químicas por primera vez. En concreto, teme que haya empleado gas mostaza en un ataque contra fuerzas kurdas esta semana en Irak, según ha publicado este viernes la prensa estadounidense.

El Wall Street Journal y la cadena NBC han citado a funcionarios no identificados del Pentágono que dan credibilidad a las denuncias de un grupo de alrededor de 60 militantes kurdos de que en un combate contra el E.I. fueron atacados con armas químicas, que les causaron una severa irritación en la garganta. El ataque tuvo lugar a última hora del miércoles a unos 64 kilómetros al suroeste de Erbil, en el norte de Irak. Al parecer, se usaron cohetes Katyusha cargados con agentes químicos.

La agencia AFP sostiene además que el Ministerio de Defensa de Alemania también corrobora esta información a través de un portavoz. Sin embargo, en vez de gas mostaza se cree que se usó cloro, abunda una fuente de los peshmerga, los combatientes kurdos contra los que se supone que atacaron los yihadistas.

Estos altos funcionarios explicaron a ambos medios que el grupo terrorista podría haber obtenido el gas mostaza en Siria, cuyo Gobierno reconoció en 2013 que disponía de grandes cantidades de armamento químico; se comprometió a deshacerse de él tras un mortífero ataque en varios barrios de Damasco, nunca plenamente aclarado, y que llevó a EEUU a amenazar con una ofensiva sobre Siria, porque se habían traspasado "todas las líneas rojas", como decía el presidente Barack Obama.

Se desconoce si alguna de esas reservas del régimen ha podido quedar en zonas controladas ahora por el Daesh -la denominación en árabe del Estado Islámico-.

Otra posibilidad, apuntan los oficiales del Pentágono, es que se trate de material obtenido en Irak, perteneciente al régimen de Saddam Hussein y que no fue destruido tras la invasión estadounidense.

Siria e Irak son los dos orígenes más probables del armamento químico, del cual el departamento de Defensa ya tenía constancia de que pudiese encontrarse en manos del E.I. incluso antes de recibir la información sobre el ataque a las fuerzas kurdas.

Ya el pasado marzo, el gobierno autónomo kurdo del norte de Irak dijo públicamente que tenía "pruebas" de un ataque con un coche bomba cargado con cloro. Dicho ataque habría sido obra del Daesh y se había producido el 23 de enero de este año.

DESDE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

El gas mostaza, mayoritariamente conocido por el uso que de él se hizo en la Primera Guerra Mundial, puede causar ceguera y problemas respiratorios, aunque sólo resulta mortal en cantidades muy elevadas.

De confirmarse el uso de agentes químicos como el gas mostaza por parte del E.I., la lucha contra el autoproclamado califato en Irak y Siria adquiriría nuevas dimensiones, ya que EEUU debería entrenar a sus aliados en el territorio para defenderse ante estos ataques y, posiblemente, brindarles material protector.

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Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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