Dos incidentes, en enero y en junio, han caldeado los ánimos en todo Medio Oriente, complicando incluso el acceso de Estocolmo a la OTAN por el veto de Turquía.
Con el pretexto de deshacerse de armas de destrucción masiva y liberar a los iraquíes de Sadam, la coalición internacional liderada por EEUU atacó un día como hoy. El país está en proceso de reconstrucción, inestable y peligroso.
Guerras, integrismo, yihadismo, fronteras y ocupación. Ni las estrellas más potentes pueden arrojar luz sobre el camino que lleva a una ciudad asfixiada tras un muro.
Viene de lejos: un parlamento fragmentado y un sistema sectario de reparto del poder tienen el Ejecutivo paralizado, pendiente de chiíes divididos y choques de liderazgos.
Las fuerzas de seguridad han utilizado gases lacrimógenos y también fuego real para contener a los manifestantes, afines al clérigo que han asaltado las instituciones.
Si sale adelante la nueva ley de información clasificada, muchos documentos verán la luz. Nadie conoce su importancia real, qué ocultan, bajo llave como llevan 54 años.
El expresidente de EEUU se refiere al presidente Zelenski como el "Winston Churchill del siglo XXI", pero también tiene un patinazo formidable. El inconsciente.