Bruselas: aterriza donde puedas

Diez días después de los ataques terroristas en Bruselas, su aeropuerto de Zaventem –dónde estallaron dos bombas - permanece cerrado y se desconoce la fecha de su apertura. El cierre del principal aeropuerto de la capital comunitaria ha complicado o impedido las llegadas y salidas de muchos de sus habitantes y visitantes.
La incertidumbre sobre la apertura y el debate sobre sus medidas de seguridad constituye una buena muestra de los retos que afronta el país para retomar la normalidad desde los peores ataques que jamás haya sufrido desde la II Guerra Mundial.
Algunos datos sobre el aeropuerto de Zaventem (situado a 15 kms del centro de la ciudad) dan una idea sobre el impacto que ha producido su cierre. Es el 17º aeropuerto con más pasajeros de Europa, operando una media de 600 vuelos diarios y gestionando un tráfico de unos 5.000 viajeros por hora. “Lo siento, no puedo confirmar ni desmentir si mañana abriremos”, declara Florence Muls, una de sus portavoces, a El Huffington Post. “En todo caso, cuando comencemos nuestra actividad, lo haremos al 20%, gestionando unos 800 pasajeros por hora”, concluye.
NUEVAS DEMANDAS
¿Qué impide su apertura? Técnicamente, el aeropuerto se encuentra preparado en estos momentos para retomar su actividad de forma limitada, pero un pulso entre la policía federal y las autoridades del país lo impide. La policía aeroportuaria, que ya había amenazado días antes de los ataques con ponerse en huelga por su falta de medios, exige ahora similares demandas (más policías, mejor equipamiento, etc) y que se establezcan controles exhaustivos de todos los viajeros fuera del aeropuerto. Si no se aceptan sus demandas, el sindicato de la policía amenaza nuevamente con ponerse en huelga.
Los planteamientos de las fuerzas de seguridad son recibidos con escepticismo por parte de Arnaud Feist, Consejero Delegado del Aeropuerto: “En Europa y en EEUU no se efectúan este tipo de controles [en relación al control externo a la entrada] y ello nos llevaría a plantearnos otras preguntas: ¿en qué otros lugares públicos debemos operar de la misma forma, estaciones de tren, metro…?”, ha declarado Feist.
La polémica sobre la apertura del aeropuerto ha sido también alimentada por las noticias en algunos medios locales que aseguran que en el personal que trabaja allí habría unos 50 simpatizantes de ISIS, todos ellos con permiso de acceso a sus instalaciones. Un asunto sobre el que Arnaud Feist no despeja todas las dudas: “No estoy al tanto de tales aseveraciones. Los permisos de acceso son concedidos por la Autoridad Nacional de Seguridad, si se conceden a un trabajador, es porque hay una razón para ello”.
LAS ALTERNATIVAS
El aeropuerto de Charleroi, que opera líneas aéreas de bajo coste a 60 km al sur de Bruselas, continúa funcionando con normalidad, pero la mayoría del tráfico del aeropuerto bruselense se ha desviado a la ciudad de Lieja, 100 km al sureste de la capital. Allí un pequeño aeropuerto se ha convertido de la noche a la mañana en un aeropuerto de primer nivel europeo. Dedicado sobre todo al transporte de carga y operando antes de esta crisis una media de 7 vuelos diarios, en el aeropuerto de Lieja despegan y aterrizan estos días entre 80 y 100 vuelos diarios.
Su atmósfera es singular, entre el relativo caos que se va corrigiendo y una fuerte presencia del ejército, que supervisa a todos los viajeros antes de entrar en el aeropuerto. “La magnitud del reto logístico que estamos experimentando es difícil de explicar: tenemos 11 puestos para hacer la facturación [no se puede hacer facturación online] y 4 puertas de embarque. Tenemos un personal de 200 trabajadores, al que ahora se han sumado unas 70 personas más, entre seguridad y otros operarios. Estamos haciendo un gran esfuerzo para dar un servicio óptimo a los 6.000 viajeros que ahora nos visitan cada día”, comenta a El Huffington Post Christian Delcourt, responsable de comunicación del aeropuerto.
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Aunque la mayoría de los vuelos operados desde Lieja son de Brussels Airlines (la principal compañía de aviación comercial con base en Bélgica, que tiene aquí 11 Airbus A319 y A320 ), otras compañías como Iberia, AirEuropa, Lufthansa, Alitalia o Thomas
Cook han optado también por esta opción. “¡Incluso una ruta de Thai Airways entre Bangkok y Lieja operada por un Boeing 777 ha comenzado a operar desde ayer!”, exclama Delcourt con cierto orgullo. Aunque el portavoz del aeropuerto asegura que los vuelos operan ya sin retrasos y que en los primeros días tras los ataques de Bruselas éstos rondaban la hora, otros testimonios de viajeros dan cuenta de problemas en los horarios mucho mayores.
Anna Gonzàlez, valenciana que trabaja en Bruselas, cuenta su experiencia para volar desde Bruselas a Barcelona: “A la ida mi vuelo tenía que salir [desde Lieja] a las 18:50 pero despegamos casi a la 1 de la mañana. A la vuelta volé a Lille [ciudad francesa a unos 100 km al oeste de Bruselas] y tuve un retraso de 10 horas”.
La normalidad no llega a la ruta Madrid-Bruselas operada por Iberia, ahora transformada en Madrid-Lieja con una frecuencia de dos vuelos diarios. “Nunca hemos visto un vuelo hacia Bruselas tan vacío”, comentaban a El Huffington Post el jueves los miembros de la tripulación a bordo de un Airbus A321. El avión tenía una capacidad para transportar entorno a 185 pasajeros, pero volaban en él tan sólo unos 50, algo anormal en una de las rutas europeas más demandadas de Iberia. La compañía, que ofrece la posibilidad de cambiar o anular los billetes, está recibiendo quejas por no comunicar a sus viajeros cambios en los horarios de sus vuelos.