'Charlie Hebdo' hace de las suyas con las víctimas de Bruselas

'Charlie Hebdo' hace de las suyas con las víctimas de Bruselas

La revista satírica francesa Charlie Hebdo, que sufrió en 2015 un atentado con 12 muertos y 11 heridos precisamente por hacer el máximo uso posible de su derecho a la libertad de expresión con su humor negro, no iba a venir a contenerse ahora en su número dedicado a los atentados de Bruselas del 22 de marzo.

En una portada titulada "Bélgica desorientada" firmada por Riss retrata, sobre un fondo con los colores de la bandera de sus vecinos, al cantante belga Stromae. Conocido por su maestría para hacer canciones bailables con letras dramáticas que tratan sobre el cáncer, el paro o la pérdida, Riss utiliza precisamente su tema Papaoutai, contracción de "Papa où t'es?" (Papá, ¿dónde estás?), que escribió sobre la ausencia de la figura paterna -el suyo murió en el genocidio de Ruanda-. Le responden miembros amputados, incluso un ojo, que contestan "aquí", "allí", "y allí también".

  5c8b0df322000051001a2d85

Como suele ser habitual, hay quien se ha mostrado molesto por la crudeza del humor de Charlie Hebdo, que algunos han considerado "de mal gusto".

Hay quien recuerda que "sorprenderse por ver humor negro en Charlie Hebdo es como sorprenderse por ver gente desnuda en el Kamasutra".

Y hay quien responde con humor del mismo nivel, como el de este usuario que escribe en un cuaderno: "¿Cómo responder a la portada de Charlie Hebdo sobre los atentados de Bruselas? Pufff... ¡Ni siquiera podemos pegarle un tiro en la nuca porque eso ya se ha hecho!"

Las portadas del semanario, sobre todo cuando son sobre temas dramáticos, suelen generar bastante polémica. La más reciente fue la que dedicaron a los refugiados, tras los ataques a mujeres en Alemania que les adjudicaron y que generaron respuestas xenófobas. ¿Qué hubiera sido del pequeño Aylan si hubiera crecido? Acosador de mujeres en Alemania, bromeaba la revista.

Es el estilo Charlie Hebdo, que ilustró el número dedicado al aniversario de la matanza de sus compañeros en su sede a un dios manchado de sangre que corre con un kalashnikov a la espalda. Un año después, el asesino sigue corriendo, firmó también Riss en esa ocasión.