Acto vandálico contra el Consulado de España en Jerusalén
Los atacantes pincharon las ruedas de cinco coches e hicieron pintadas en favor de una colonia judía.
La policía israelí está investigando el acto vandálico cometido por desconocidos contra el Consulado General de España en Jerusalén en la madrugada del domingo al lunes. La legación diplomática española amaneció con pintadas en hebreo en uno de sus muros y, además, dos coches oficiales y tres civiles aparcados en frente aparecieron con las ruedas pinchadas.
Una de las pintadas del muro del consulado rezaba "Ramat Migrón", que es el nombre de un asentamiento judío en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel, que fue evacuado por las autoridades israelíes hace cinco años. Este mismo recordatorio aparecía en uno de los coches civiles. La otra pintada consistía en una sola palabra, "Yeladim" (niños, en hebreo), según los testimonios citados por la Agencia Efe.
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El Consulado de España está situado en el barrio de Sheij Yarrah, en el este de Jerusalén, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, y está dentro del pequeño grupo de naciones con representación en el territorio que Palestina ansía sea la capital de su futuro estado, lo que hace de esta legación especialmente simbólica. Fuentes diplomáticas confirmaron a El Periódico de Cataluña que habían denunciado el acto vandálico en una comisaría de policía.
"La Policía recibió una denuncia en horas de la noche sobre dos coches que le habían pinchado las ruedas y de pintadas en las paredes realizadas con espray, en la carretera de Nablus, en Sheij Yarrah", reconoció a Efe la portavoz policial, Luba Samri.
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NUMEROSOS PRECEDENTES
En septiembre del 2012, en el Monasterio de Latrún, en el centro de Israel, apareció igualmente un grafiti con el nombre de "Ramat Migrón" y mensajes contra los cristianos.
En los últimos años, grupos judíos de ultraderecha han llevado a cabo actos vandálicos de este tipo en iglesias, mezquitas y otros lugares, tanto en Israel como en los territorios palestinos.
En uno de los episodios más graves, un niño palestino de 18 meses murió carbonizado en julio de 2015 y sus padres fallecieron semanas después a causa de las graves quemaduras que les produjeron los cócteles molotov lanzados mientras dormían contra su casa en la población de Duma, próxima a Nablús (norte de Cisjordania).
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Vándalos profanan el Monasterio de Latrún, cerca de Jerusalén.
