El fiscal especial de EEUU investiga a Trump por presunta obstrucción a la Justicia

El fiscal especial de EEUU investiga a Trump por presunta obstrucción a la Justicia

El magnate habría interferido en las pesquisas sobre la injerencia rusa en las elecciones.

AFP

Robert Mueller, el fiscal especial de EEUU que investiga la injerencia rusa en las elecciones de 2016, está investigando a Donald Trump por posible obstrucción a la Justicia, ha informado The Washington Post.

Citando fuentes anónimas, el periódico dice que altos funcionarios de inteligencia serán entrevistados por investigadores que están trabajando con Mueller. Entre ellos, el director nacional de Inteligencia, Daniel Coats, el jefe de la Agencia Nacional de Seguridad, Mike Rogers, y su exadjunto, Richard Ledgett.

El diario indica que Mueller está muy interesado en un intercambio que tuvo lugar el 22 de mayo, cuando Coats dijo a sus colegas que Trump le había pedido que interviniera para que Comey dejara de investigar a su exasesor de seguridad, Michael Flynn, en el marco de la pesquisa del FBI sobre la injerencia rusa.

Pocos días después de esa reunión, Trump habló separadamente con Coats y Rogers y les pidió que emitieran declaraciones señalando que no habían pruebas de una coordinación entre su equipo de campaña y Rusia. The Washington Post afirma que ambos funcionarios se negaron a hacerlo.

El equipo legal del presidente ha tachado de "escandalosa, inexcusable e ilegal" la filtración, pero no ha desmentido la historia. Trump niega que haya habido colusión entre él o alguno de sus allegados y Rusia.

La titular del Partido Republicano, Ronna McDaniel, considera infundadas las acusaciones y asegura que "no cambian nada" porque "no hay pruebas de obstrucción". Y ha recordado que varios líderes de inteligencia "han dicho reiteradas veces que no ha habido esfuerzos por impedir la investigación".

"Las continuas filtraciones ilegales son el único crimen que se ha cometido aquí", ha concluido.

COMEY YA DIJO QUE TRUMP LE PIDIÓ QUE "DEJARA PASAR" LO DE FLYNN

Mueller se convirtió en fiscal especial para el caso tras el despido fulminante en mayo del exdirector del FBI James Comey, quien ha asegurado que Trump, antes de destituirle, le pidió que "dejara pasar" los vínculos con Rusia de Flynn.

Comey testificó la semana pasada ante el Comité de Inteligencia del Senado, donde reveló con detalle sus conversaciones con el presidente, de quien dijo que le pidió "lealtad" y le insinuó que de ella dependía que mantuviera su puesto. También dejó claro a Trump que él no era objeto de investigación por parte del FBI sobre la trama rusa, algo que, con esta nueva revelación, ha cambiado.

Mueller, quien dirigió el FBI durante 12 años antes de Comey y cuenta con la confianza tanto de demócratas como de republicanos, debe dilucidar si el presidente incurrió en un intento de obstrucción a la Justicia, algo sobre lo que Comey no se moja.

Varias voces cercanas al mandatario se han elevado en los últimos días clamando por un posible despido del propio Mueller a manos de Trump, aunque la Casa Blanca ha descartado esa opción el martes, si bien ha subrayado que el magnate estaría en su derecho.

El delito de obstrucción a la Justicia puede provocar un proceso de destitución (impeachment) contra Trump en el Congreso, algo que apoyan legisladores demócratas si se dan las circunstancias pertinentes.

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