Reflexiones barcelonesa nocturnas

Reflexiones barcelonesa nocturnas

Lo que se escucha en la calle tras el 'paro nacional' y el discurso del rey

Varias jóvenes en BarcelonaEFE

Passeig de Gracia, esquina Gran Via de les Cortes Catalanes. Pasadas las diez de la noche en Barcelona. Unos veinte jóvenes se sientan al borde de la fuente. La calle está cortada. Les alumbran los neones de las vecinos comercios de grandes marcas. Han colocado unas cuantas tiendas de campaña, la intención es quedarse a dormir, una acampada para seguir protestando por la actuación policial del 1-O. Hay confusión, alguna cámara. ¿Puede ser el germen de un nuevo 15-M? A la media hora pliegan las tiendas, se lo han recomendado unos bomberos que han estado en las manifestaciones.

El cansancio se muestra en los rostros. Es el final de un día agotador, de andar muchos kilómetros, de gritar. Y una jornada que pasará también a la historia: el rey ha hablado ante la nación por la gravísima crisis institucional por la cuestión catalana. Lo ha hecho a las 21 horas después del 'paro nacional' convocado en Cataluña, que ha colapsado buena parte de la comunidad y que ha llenado las calles de Barcelona. Los jóvenes se acercan después de haber escuchado al monarca.

Casi todos los bares estaban cerrados por esta especie de huelga, y los pocos que quedaban abiertos han conectado con el discurso. Los clientes lo pedían, a pesar de que los camareros se hacían los remolones minutos antes si alguien les preguntaba si lo iban a poner. "Díselo al encargado", contestaban detrás de las barras. En la calle también le han escuchado, un joven lo ha puesto en su móvil y otro lo ha amplificado con un megáfono. "Esto es el 155", decía una mujer mientras seguía atenta las palabras de Felipe VI.

Todos viven al minuto. Las incógnitas siguen. No hay mucho tiempo de reflexiones, la vorágine no permite pensar tranquilamente. Al acabar las marchas, todo vuelven a casa con la cabeza llena de pensamientos. Los que han salido hoy a la calle tienen muy marcado el pasado domingo. "Vinieron a pegarnos", repiten muchos. "Decid la verdad", esta es otra consigna que se repite a los periodistas cuando van a preguntar a los ciudadanos en las manifestaciones.

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"¡CUÁNTO DAÑO HIZO WERT!", "EL 1-O NO VA A QUEDAR IMPUNE"

Más confusión. Antes estaba claro que todo es culpa del Gobierno de Mariano Rajoy. "¡Cuánto daño hizo Wert!", comentaba a media tarde un manifestante. Pero ahora el mensaje de Felipe VI reviste de la máxima gravedad lo que acontece. A lo largo de todo el día la gente que sale a la calle no para de repetir: "Es que no se enteran de lo que pasa aquí".

Las calles se van vaciando después de más de doce horas en las que se han visto desde piquetes hasta masivas marchas. Se han acercado hasta el intento de acampada unos jóvenes desde Sabadell: "Venimos a defender lo que está pasando estos días. Hemos bajado a Barcelona para intentar pasar aquí la noche. Traemos esterillas. El discurso del rey... parecía más que hubiera salido Albert Rivera", reflexiona Llorenç.

Gabriel y Mari observan cerca. Están sentados junto la fuente y han pasado todo el día en la calle. Él fue primero a la sede del PP a primera hora y luego se encontraron en la plaza de Universitat, punto neurálgico de las protestas, al mediodía. Ellos llevan marcado en la cabeza del 1-O. Querían quedarse a dormir allí. "El 1-O fue una vergüenza, no puede quedar impune, hay que hacerse oír", comenta él, que insiste en que la Unión Europea hable ya: "Nos están matando con su silencio". Y es que cada día que pasa duelen más en la memoria de muchos las imágenes: "Venían con porras, aquí la gente estaba armada con un simple voto". Y ella añade: "En los medios de comunicación de Madrid están diciendo muchas mentiras". Esta es una obsesión que se repite constantemente. Uno de los gritos más recurrentes es "Prensa española, manipuladora". Y todo el rato dicen a los periodistas "decid la verdad".

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DEL "YO NUNCA ME HE SENTIDO ESPAÑOL" AL "YO NO ERA INDEPENDENTISTA"

"Yo es que nunca me he sentido español", comenta uno de los manifestantes en los aledaños de la plaza Universitat marchándose ya a su casa. "Esto ya no tiene marcha atrás", añade. "Esto no va contra el pueblo español, yo tengo amigos de Granada", añade. "¿Dónde estaba la gente de izquierdas? ¿Dónde ha estado durante estos años la gente para decir que querían que nos quedásemos? No vale eso de tú te quedas porque sí", comenta Mariona en ese grupo. Y muchos coinciden: "Es que con Rajoy..."

"Los políticos que hay ya no sirven para hablar", dice Elena tras escuchar el discurso del rey en un bar en la calle Balmes. "Yo no era independentista, pero desde el trato del Gobierno de Rajoy sí. Tengo unas en Twitter... Lo mejor sería con Manuela Carmena de presidenta del Gobierno y Ada Colau como presidenta de la Generalitat", imagina. "Pon alto al rey", se oye desde una mesa cercana. Es un hombre de mediana edad que se mete en la conversación sin pedir permiso: "Yo nací aquí, pero mis padres son manchegos. Ahora me quieren echar de mi país". Un poco de tensión, todos deciden no seguir hablando.

¿Y este miércoles? Nadie sabe. Vuelve la pelota al Parlament. A Barcelona, Cataluña y España les toca también dormir y reflexionar.