Sant Llorenç des Cardassar, epicentro de la tragedia
Este pueblo de Mallorca queda inundado por las fuertes lluvias.
"Lo más triste es la gente que ha muerto, lo otro en un par de años...". Antoni, vecino de Sant Llorenç des Cardassar, ha perdido todos los muebles de un almacén, parte de la maquinaria de su carpintería, una furgoneta y dos coches, pero no llora su desgracia, porque su familia está bien.
Muy cerca de Antoni vive Magdalena, que limpia con gesto de impotencia las dependencias de la planta baja de la casa familiar. "Nosotros vivimos arriba, pero abajo tenemos una cocina y una cochera. Un desastre", explica. A estas pérdidas se suman la de dos vehículos: "Teníamos dos furgonetas (aparcadas) delante de la casa y veíamos cómo se las llevaba el agua", lamenta esta vecina de Sant Llorenç des Cardassar.
Como Antoni y Magdalena cientos de vecinos de este pueblo maldicen las lluvias torrenciales que cayeron en la noche del martes al miércoles en este pueblo de 8.328 habitantes situado al este de la isla de Mallorca y que han dejado, al menos, diez muertos y un niño desaparecido.
Los testigos de las inundaciones coinciden en señalar la rapidez con la que creció el nivel del agua, que rompió los cristales de las ventanas. Muchos temieron por sus vidas.
¿Qué sucedió para semejante tragedia?
Según explica el geógrafo y expresidente del Colegio de Geógrafos de España, Antonio Prieto, la catástrofe se ha debido a dos factores: por un lado, la cantidad "excepcional" de agua que ha caído en pocas horas (de más de 230 litros por metro cuadrado, lo que equivale a poco más de un tercio de lo que suele llover en todo un año). Por otro lado que en Sant Llorenç des Cardassar se desviaron cauces de río para edificar: "Las viviendas estaban construidas en un lugar donde no deberían haberse construido, deberían haberse respetado los cauces originales, se pueden adecuar, condicionar, pero no hacer estos desvíos tan bruscos que se hicieron en la década de los 70 y 80".
Llovió tan intensamente que la tormenta provocó el desbordamiento del torrente de Ses Planes, que habitualmente está seco y que inundó y destrozó casas y negocios y arrastró decenas de coches por mitad del pueblo.