Por qué Reino Unido ha votado por irse de la UE
La gente ahora tiene suficiente acceso a la información como para saber que la UE no es todo abrazos y fiestas, y que ha pasado por un periodo de terribles adversidades y declive. Si te mareas al despertarte y enterarte del resultado de la votación, y tachas a otros ciudadanos de intolerantes y racistas, no habrás entendido nada.
Mientras iban saliendo los resultados del referéndum, tenía la impresión de que los que hemos estado haciendo campaña para que Reino Unido abandone la Unión Europea hemos conseguido lo que parecía imposible. No se puede negar que el sistema había puesto todos sus esfuerzos por mantener a Reino Unido en la UE, pero, de alguna manera, el mensaje de abandonarla -un mensaje de esperanza, de optimismo por el futuro de Reino Unido como una nación independiente, de volver a una democracia parlamentaria real- ha calado entre la gente.
Sé que a mucha gente le costará entender lo que ha pasado. Habrá algunos que desprestigiarán la votación alegando que ha sido obra de racistas e intolerantes. Me considero muy afortunado por haber llevado una vida poco convencional y, como consecuencia, tengo la suerte de conocer a gente de todo tipo de ámbitos. Como escritor que soy, me gusta escuchar, porque sé que las mejores historias y los mejores personajes están basados en hechos reales. He escuchado a gente muy diferente a lo largo de los últimos años -ricos, pobres, desempleados, autónomos, discapacitados, de diferentes etnias, etc.- y, después de escuchar a toda esa gente, me han quedado claras dos cosas.
La primera es que todo el mundo está bastante bien informado. Internet ha democratizado la información, así que los Gobiernos deberían dejar de asumir que pueden mentir o sesgar la información para conseguir lo que necesiten. La gente se mueve y busca sus propios datos. He hablado con una extraña variedad de personas que se han leído partes del Tratado de Lisboa, un documento que en otro tiempo fue terreno exclusivo de funcionarios y abogados internacionales. Las personas en posesión de los hechos no iban a dejarse influir por la marca UE, por esa idea de que la Unión Europea es intrínsecamente buena. Tienen suficiente acceso a la información para saber que la UE no es todo abrazos y fiestas, y que ha pasado por un periodo de terribles adversidades y declive.
La segunda es que la gente sabe que ha perdido sus derechos democráticos. Y eso no solo pasa en la UE. Sienten la presión de la globalización, del corporativismo, de los contratos de cero horas, de los recortes en el estado del bienestar. Se dan cuenta de que cada individuo se está convirtiendo en un eslabón cada vez más pequeño de una maquinaria que no para de crecer. La democracia es la única vía para protegernos de esas enormes maquinarias, y hay mucha gente consciente de que formar parte de la UE ha supuesto la restricción de nuestros derechos democráticos.
Si te mareas al despertarte y enterarte del resultado de la votación, y tachas a otros ciudadanos de intolerantes y racistas, no habrás entendido nada y le estarás haciendo un flaco favor al país. Si nos dedicamos a gritar consignas al otro lado de una línea divisoria, no habrá manera de que nos entendamos. No habrá manera de que nos unamos y construyamos un futuro mejor, que es, en definitiva, lo que queremos todos. Habla con alguien que haya votado para abandonar la UE. Lo que oirás será muy diferente a lo que han mostrado las campañas. La mayoría de los votantes a favor del Brexit que conozco hablan de igualdad, de derechos, de responsabilidad y de democracia; y no conozco a pocos, precisamente. Si todavía no entiendes por qué la gente ha votado para salir de la UE, recomiendo que hagas clic aquí y aquí y que leas estos artículos (en inglés). También puedes echar un vistazo a otros que he escrito yo aquí y aquí (en inglés).
Escribí este artículo (Por qué los laboristas deben decir 'no' a la UE) poco después de que Jeremy Corbyn fuera elegido líder de los laboristas en septiembre de 2015, pidiéndole que guiara al Partido lejos de su adherencia dogmática a la UE. En esa época no creo que mucha gente entendiera lo que estaba en juego. Los laboristas deberían estar agradecidos por el resultado de la votación; puede que haya salvado al partido de una triste humillación en las próximas elecciones generales. Aplaudo a los diputados laboristas que han hecho campaña por dejar la UE. Sé lo duro que es defender lo que crees cuando la mayoría de tus compañeros están del otro lado en el debate. También aplaudo a los conservadores que han desafiado a su propio gobierno y han dado voz a las preocupaciones de la mayoría de la gente en Gran Bretaña. Pese a que no apruebe sus tácticas, ni algunos de sus mensajes, aplaudo también a UKIP por luchar tanto por hacer realidad este referéndum.
Uno de mis seguidores estadounidenses en Twitter me preguntó por qué a tantas personas en Gran Bretaña les cuesta entender la lógica del voto por el Brexit, y yo lo asemejo al auge de la Generación beat. Hubo un momento en el que la América mainstream directamente no pillaba el movimiento de contracultura, y creo que aquí ha pasado algo similar. En toda Europa está habiendo un enorme cambio y está impulsado por un mayor acceso a la información, un sentimiento de que nuestros políticos nos han fallado una y otra vez y la sensación de que simplemente nos consideran un eslabón más dentro de la cadena de producción. La gente está convencida de que se merece algo mejor, de que el statu quo no es lo suficientemente bueno. Parece que nuestra salida de la UE desencadenará más demandas de reformas en todo el continente.
En cuanto a Gran Bretaña, espero sinceramente que el dilema europeo quede zanjado. Aunque el referéndum ponga un punto a la cuestión, también marca el principio de un amplio proceso de cambio. Tenemos que asegurarnos de abandonar la Unión Europea de la manera correcta. Debemos tener cuidado y garantizar que el proceso se gestiona bien, y que nuestra salida se hace con cuidado y con armonía, no sólo con nuestros vecinos europeos, sino también con todas las naciones constituyentes de Reino Unido.
En vez de tener miedo, tanto detractores como defensores del Brexit deben unirse para aprovechar esta gran oportunidad. Tenemos la ocasión sin igual de reformar el escenario social, político y legal, y espero que los británicos se reúnan para trabajar juntos con el propósito común de construir un futuro mejor para todos.
Perdonad los fallos de este artículo, pero he estado despierto toda la noche. Lo primero que quiero hacer en una Gran Bretaña reformada es dormir un poco. Y cuando me despierte, por favor, no me digáis que todo esto ha sido un sueño.
Este post fue publicado originalmente en la edición británica de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno y Marina Velasco