España, al Mundial invicta... y con un sabor agridulce a última hora
La selección mantiene la racha sin derrotas y certifica su pase al Mundial, pero no es capaz de superar en casa a Turquía (2-2) en un partido de constantes altibajos.

Ahora sí, vía libre para soñar. La España de Luis de la Fuente ya está en el Mundial de 2026 de forma oficial. La certificación ha llegado en casa, pero sin el fin de fiesta que muchos esperaban. El empate 2-2 con Turquía remata una fase de grupos casi perfecta con un partido a medio gas que por momentos se le complicó a una selección que se sabía muy superior.
Con La Cartuja a medio llenar y esperando una fiesta, España arrancó disfrutona y fue variando su estado de ánimo, sin olvidar que el objetivo principal estaba hecho. Porque el 0'001% de posibilidades de que la selección se quedase sin billete directo pasaban porque Turquía golease por más de siete goles a un equipo que no había recibido un solo tanto en la breve e insustancial fase de clasificación.. El empate final mantiene la racha invicta para la actual campeona de Europa, con el único asterisco de la final de la Nations League perdida en los penaltis ante la Portugal de CR7.
Pero volvamos a Sevilla, parada inicial de una ruta que llevará a 'La Roja' al Mundial de EEUU, México y Canadá. Allí llegará un equipo rodado, por momentos perfecto y recambios de nivel en casi todas las variantes, aunque este martes tocara la parte menos lucida. Especialmente, cuando en el minuto tres Dani Olmo abría el marcador. Todo parecía listo para una goleada ante una Turquía que se reservaba a Arda Guler para su vital playoff.
Fue un inicio perfecto, simbólico incluso, reflejo de que cuando las cosas salen, salen de cualquier manera. De un mal control de Cucurella nació un centro al área que Fabián remató al aire y que, entre piernas, acabó llegando hasta las piernas de Dani Olmo. Bien colocado, como casi siempre, el mediocampista del Barça empujó a gol la primera del partido.
La superioridad era tan evidente que unos y otros se relajaron. Turquía acumulaba errores en su zaga y España hacía lo propio en ataque. El segundo gol parecía inminente. Oyarzábal la tuvo de todos los colores, Olmo con un zapatazo imperial, Fabián...
De tanto rozarlo, lo que llegó fue el empate. Porque a la par que 'La Roja' coleccionaba ocasiones, atrás la relajación crecía. Y en un corner, en un despiste colectivo, Gül empató al filo del descanso. Sin peligrar el Mundial, lo que se rompió fue el récord de cero goles encajados en la fase de grupos.
Llegó el medio tiempo y lejos de espolear a los locales a por la victoria, fueron los turcos los que salieron con más hambre. Yilmaz tuvo el 1-2 en una acrobática chilena bien resuelta por Unai Simón, pero acto seguido el meta vasco nada pudo hacer ante el drechazo de Özcan. En el 54' saltaba la sorpresa en La Cartuja y quien viniese a vivir la fiesta se estaba llevando un chasco. El billete al Mundial seguía sin preocupar, pero la imagen sí inquietaba.
Por fortuna y para descanso de Luis de la Fuente, España volvió al partido y no tardó en igualar, con otra jugada de combinación fácil hasta el área y posteriormente un mar de piernas. Ahí Oyarzabal no falló y el héroe de la final de la Eurocopa sumó su sexto tanto en esta fase.
Quedaba media hora larga. Sin 'nada' en juego, España quería regalarse una victoria final y se multiplicaron las ocasiones. Con un hiperactivo Samu Omorodion desde su entrada al campo y con el impulso del también revulsivo Ferrán Torres, los últimos minutos fueron una sucesión de 'uys', mientras Turquía ya daba por muy bueno un empate ante toda una favorita al Mundial. Esta vez no llegó ese gol tan nuestro de última hora y con el pitido final la fiesta fue, pero un tanto agridulce. Lo que importa: España ya está en el Mundial y con calidad para todo.
